Los romanos y los demás
El poder ser "ciudadano romano" era una verdadera ambición de muchos de los pueblos conquistados (especialmente la clase dirigente).

En alguna circunstancia ya se hizo alguna referencia a esta cuestión: la relación del romano con los pueblos aliados y aquellos conquistados. Es obvio que el primer "contacto" no puede, en líneas generales, hacer referencia a las numerosas y difundidas conquistas que Roma realizó en Europa, África y Asia Menor. En primera instancia no puede tratarse del tipo de relación que se configura entre conquistadores y conquistados. Con la misma seguridad tenemos la convicción de haber escrito de aquella que era la "técnica" de Roma para obtener fidelidad de los habitantes de los territorios ocupados.
Es conocida la política a través de la cual Roma obtenía una forma de adhesión al proyecto de otra "Roma" instalada en los territorios mencionados. La política romana era aquella de obtener la adhesión de los habitantes de los otros territorios al estilo de vida romano.
Roma, una vez terminado el enfrentamiento bélico, procedía a instalar en los distintos territorios "células" de vida romana. La necesidad de enviar cónsules, funcionarios administrativos, legionarios y sus familias terminaba, inevitablemente, en poner en contacto directo estilos y concepciones del mundo y de la vida, absolutamente distintos entre sí. Esta realidad hacía brotar, a la larga, en las poblaciones conquistadas deseos y sentimientos de emulación: Roma mantenía el control sobre el inmenso territorio a ella sujeto con la represión y con el deseo de emulación alternando las dos políticas según necesidad.
Es imposible no mencionar que una de las guerras más feroces y duraderas peleadas por Roma fue la denominada "Guerra Social". El motivo de la rebelión por parte de los pueblos itálicos era el deseo frustrado (por parte de Roma) de ser ciudadanos romanos, los itálicos combatieron una guerra contra Roma para conseguir el derecho de ser romanos…
El documento de Claudio
En el 1500 se encontró en Lyon (Francia) una reproducción de un discurso del Emperador Claudio en el Senado Romano. En esa circunstancia, el emperador alentaba los senadores a conceder a ciudadanos romanos del norte de la Galia la posibilidad de integrar el Senado mismo y, en consecuencia, todas las demás magistraturas paralelas.
Conste que se hablaba de las clases dominantes del territorio mencionado ya incorporadas como ciudadanos romanos, de ciudades federadas y no de derecho latino o romano. Para superar la resistencia de los senadores Claudio, que podría haber asumido de imperio esta decisión, hizo un largo recorrido de la historia romana, desde los tiempos arcaicos hasta los del momento. Claudio mencionaba como Roma nunca había sido una realidad cerrada y que, desde el comienzo, había cooptado otras poblaciones a todas las máximas expresiones institucionales de su estructura de gobierno. El segundo rey de Roma, Numa Pompilio, era sabino; Serbio Tullio y Tarquino eran etruscos y así en adelante…
Muchos historiadores contemporáneos tienen la tendencia a calificar esta actitud como aquella que se suele denominar "política inclusiva". Nos parece algo forzado concebir la política romana como inclusiva: se trataba en realidad de una política de absoluta homologación a las estructuras, a las convicciones, a la concepción del mundo romana. No se abría la participación a Roma sin una previa y total aceptación del espíritu romano. Esta característica acompañó toda la historia del imperio romano: numerosos son los emperadores nacidos en territorios coloniales (Adriano, Trajano, etc.) que se hicieron cargo del mito romano y lo expandieron hasta sus máximas posibilidades.

Para volver a la parte inicial de relato el poder ser "ciudadano romano" era una verdadera ambición de muchos de los pueblos conquistados (especialmente la clase dirigente).
Para poder serlo había que ser romano en los más íntimo e incorporarse a una concepción del mundo y de la vida.
Al fin y al cabo, desde Numa "el Sabino" hasta Trajano "el Español" todos los legionarios, condotieros reinantes que Roma fagocitó fueron perfectos romanos en tanto y en cuánto portadores y defensores del espíritu original romano. Algo inevitablemente distinto del concepto de inclusión que, creo, se refiere a la posibilidad de coexistencia de culturas distintas y a veces opuestas.
No es casual que muchos estudiosos de Roma hagan empezar el momento de la decadencia desde el famoso edicto de Caracalla a través del cual se concedía la ciudadanía romana a todos los habitantes del territorio dominado por el imperio: el concepto geográfico decididamente opuesto al concepto de adhesión total que se había aplicado hasta el momento.
Más italianidad al servicio de Corrientes

En reiteradas circunstancias hemos evidenciado la sintonía que se ha manifestado entre la Cámara de Comercio Italiana, el Gobierno de Corrientes, las federaciones empresarias correntinas, etcétera.
Hemos conversado del convenio marco de colaboración suscrito entre las dos instituciones.
Hemos presentado el reciente acuerdo entre la mencionada cámara y pequeños productores locales con el fin de distribuir en Capital Federal y Gran Buenos Aires los productos correntinos, gracias al acompañamiento operativo de la cámara misma.
Con gran satisfacción podemos comunicar a la sociedad correntina que la Cámara Comercio Italiana de la República Argentina ha empezado en este mes un programa radial concentrado en el desarrollo de negocios y oportunidades y en el relatar las distintas iniciativas de la estructura empresarial.
El programa (Italianos y sus negocios) se transmite en Corrientes todos los viernes, de 22 a 23, por Radio Sudamericana.
Italianos y sus negocios es un programa dedicado a la promoción de negocios de empresas ítaloargentinas, a las oportunidades comerciales procedentes de Italia, inversiones, productos, entrevistas y buenos negocios.
Promueve la Cámara de Comercio italiana en la República Argentina con la conducción de Francisco Tosi y la producción general de Arturo Curatola.