Después de enterrar a Mateo, su asesino concurrió a trabajar
Una hermana del joven estrangulado dijo que el autor del crimen iba a su puesto laboral "como si nada" y hasta habló con la mama de la víctima.

El asesino de Mateo Benjamín Pérez, de 22 años, concurrió al lugar que trabajaba junto al joven después de haberlo matado y enterrado en el patio de su casa. Durante el martes, miércoles y mañana del jueves, tiempo en el que figuraba como un "testigo", decía no saber qué pudo pasar con su compañero de labores. Así lo reveló públicamente una hermana de la víctima.
"No existe consuelo para tanto dolor. No existen palabras para expresar este sentimiento. ¿Cómo este monstruo, este asesino, pudo quitarte la vida sin piedad? ¿Cómo no le pesaba lo que le hizo? Iba a trabajar como si nada y mentía a una madre desesperada en su propia cara; ¿cómo?", es lo que expuso Mariela en su cuenta de Instagram.

En otro posteo en igual red social, al enterarse del homicidio de su hermano, dijo lo siguiente: "Te buscamos cielo y tierra, y te encontramos de la peor forma, no tengo palabras".
A la vez, la chica agradeció "a todas las personas que compartieron su foto (de su hermano)", durante los "días de su desaparición".
La muchacha, aparte, hizo referencia a lo que ahora busca junto a su familia: "Que su asesino pague y tengamos justicia. Tengo la certeza que mi hermano está junto a Dios, que está bien, donde nadie pueda hacerle daño".
Con muestras de profundo dolor, Mateo fue velado el viernes a la mañana y a la siesta inhumado en el cementerio Parque del Recuerdo.
La mentira de Marcelo Alfonso R. D., de 38 años, fue derrumbada poco a poco hasta que la Policía allanó su domicilio el jueves a la siesta y encontró el cadáver.
Estudios médicos forenses determinaron que Mateo murió a raíz de una asfixia. Fue estrangulado.
Se estima que la agresión sucedió alrededor de la medianoche del lunes. Tras ello, durante la madrugada del martes, el detenido cavó un pozo de un metro de profundidad, ocultó el cuerpo y lo cubrió con tierra y una lona sobre la que puso arena.
Apenas los policías de la División de Investigaciones Metropolitana ingresaron al inmueble de calle 492 casi Los Puelches, en el barrio San Roque Oeste, vieron tierra esparcida.
La excavación para dar con los restos de Mateo se produjo en presencia de testigos, del propio imputado Marcelo R. D. y de su concubina.
Esa mujer permanece "supeditada a la causa" en carácter de testigo sospechosa. Si comprueban su participación directa en el asesinato o indirecta, como encubridora, será detenida.
Mateo y Marcelo fueron a la casa de éste último el lunes 6 de febrero poco más tarde de las 23. Ese día cumplieron con su trabajo en una reconocida panadería.
El viaje lo hicieron en un automóvil captado mediante cámaras de seguridad que, en definitiva, sirvieron como documento para descubrir al asesino.
Marcha
Mariela confirmó que realizarán una manifestación. "Vamos a marchar para que se haga justicia, para que este sanguinario se pudra en la cárcel. Nos vamos a concentrar en la plaza Vera a las 8 de la mañana el día lunes y de ahí marcharemos hasta la Fiscalía. Vamos a hacer condena social; tiene que pagar lo que le hizo a un pobre inocente, sin maldad alguna. Le arrebató los sueños a mi hermanito; le quedaba tanto camino por recorrer aún", expresó.