
colaboración
Nace o se hace
Necesidad de transformación, de la reinvención del mundo.
Nadie nace hecho.
Yo no nací profesora ni marcada para serlo.
Las personas no somos, sino que estamos siendo.
Queda como algo sin importancia nuestra presencia en el mundo. Como si la actividad profesional no tuviera nada que ver con sus experiencias de infancia y juventud, con sus deseos, sus sueños, su amor por el mundo o su desamor por la vida. Con su alegría o malestar al paso de los días y los años.
No me es posible separar lo que hay en mí de profesional de lo que soy como persona.
Necesidad de transformación, de la reinvención del mundo.
De desafiar o de estimular, de instigar a los alumnos, a los adolescentes, a que se diesen a la práctica de desarrollar su lenguaje -el oral y el escrito-. Búsqueda de la belleza de la expresión a la que se une la preocupación por la claridad del discurso, por la precisión rigurosa del pensamiento y por el respeto a la verdad. La estética y la ética se dan la mano.
Entender mi actividad docente como un acto de diálogo, abierto y, hasta donde pudiera, bonito.
No nací marcada para ser profesora de esta manera, llegué a serlo con la experiencia de mi infancia, mi adolescencia y mi juventud.
Para que la práctica a la que me entregaba se perfeccionase, era necesario que la sometiera siempre al análisis crítico, del que resultaría su rectificación o su ratificación. La práctica necesita la teoría como la teoría necesita la práctica.
Uno sólo trabaja realmente en favor de las clases populares si trabaja CON ellas, discutiendo acerca de sus sueños, sus deseos, sus frustraciones, sus miedos, sus alegrías.
La importancia de los contenidos, la calidad crítico-epistemológica de la posición del educando frente a ellos. Por fundamentales que sean, su importancia efectiva reside en el modo en que los educando los aprehenden y los incorporan a su práctica.
El empeño con que me entrego a procurar siempre la unidad entre la práctica y la teoría.
Pero nací marcada para ser una profesora así. Me fui haciendo de esta manera en el cuerpo de las tramas, en la reflexión sobre la acción, en la observación atenta de otras prácticas o de la práctica de otros sujetos, en la lectura persistente y crítica de textos teóricos, no importa si estaba o no de acuerdo con ellos.
Es imposible practicar el estar siendo de ese modo sin una apertura a los diferentes y a las diferencias, con quienes y con los cuales siempre es probable que aprendamos.
Una de las condiciones necesarias para convertirnos en intelectuales que no temen al cambio es la percepción y la aceptación de que no hay vida en la inmovilidad. De que no hay progreso en el estancamiento. De que si soy, de verdad, social y políticamente responsable, no puedo acomodarme a las estructuras injustas de la sociedad. No puedo, traicionando la vida, bendecirlas.
Nadie nace hecho. Nos vamos haciendo poco a poco, en la práctica social en que tomamos parte.

Colaboradora de época