Más aliento
Un vuelo repleto de hinchas argentinos, entre los cuales hay muchos familiares de los futbolistas, partió con destino a Doha.

Desde Ezeiza despegó un vuelo de Aerolíneas Argentinas con todos sus lugares agotados. Tiene destino a Doha, haciendo escala previa en Roma. Entre los pasajeros están los hermanos de Enzo Fernández, familiares de Germán Pezzella y un centenar de hinchas que se suman a la aventura mundialista.
"Mi hermano está pasando un momento lindo. El sábado después del partido nos dijo quién quería ir a Qatar y ya estábamos todos con la valija lista. Estamos feliz por mi hermano y por mis viejos que lo apoyaron desde siempre", aseguró Sebastián, uno de los familiares del mediocampista en diálogo con C5N.
El viaje entre Buenos Aires y Doha tendrá una duración aproximada de 18 horas incluyendo la escala en el Aeropuerto de Fiumicino donde cargará combustible y cambiará la tripulación a bordo. Cabe recordar que se trata del noveno vuelo especial con destino a la capital de Qatar que realiza Aerolíneas Argentinas desde que comenzó el Mundial y los pasajes puestos a la venta se agotaron en tan solo 48 horas.
El nerviosismo superó la felicidad y las expectativas de algunos hinchas en el área de Migraciones cuando fueron detectados inconvenientes con la ‘Hayya Card’, la tarjeta que concentra toda la información de la persona que viaja y que se debe presentar para ingresar a Qatar y a los estadios del campeonato mundial.
Los familiares que llegarán a Qatar en las próximas horas no tendrán contacto con los futbolistas hasta el sábado cuando los jugadores sean licenciados por algunas horas, tras el duelo de cuartos de final que jugarán mañana ante Países Bajos.
Cada partido de la Selección Argentina se volvió una perenigración hacia la Tierra Santa del Fútbol en busca del milagro que corte la racha de 36 años sin títulos, desde la épica consagración en México de la mano de un inolvidable Diego Armando Maradona. Hoy Argentina, de la mano de Messi, va por la tercer estrella.
O esa multitud que se reúne para cantarle al mundo que se volvieron a ilusionar y que quieren nuevamente la Copa del Mundo en la tierra de "Diego y Lionel". Probablemente la banda de sonido con la que será recordado este Mundial en el tiempo.
Los fieles siguen ahí, como en cada misa que ha tenido esta edición de la Copa del Mundo. Y llaman la atención de absolutamente todo aquel que no sea de estas tierras. Porque cantan, bailan, celebran pertenecer a una caravana de la fe que va por Países Bajos, que quiere soñar como pasó en 2014 por última vez.
Son los creyentes. Los que siguen cada paso de la "Scaloneta" en la búsqueda de encontrarse todos juntos en el estadio Lusail, el próximo 18 de diciembre y conseguir esa tercera estrella que tanto tiempo se resiste a bordarse en el manto sagrado.