Las tarjetas de crédito en picada

El mercado argentino cuenta con un millón de tarjetas de crédito menos respecto a las registradas en 2018, y se perdieron más de un millón de clientes de tarjetas regionales no bancarias activas desde mediados de 2016, según la Cámara de Tarjetas de Crédito y Compra (ATACYC), que atribuye el fenómeno al peso de las regulaciones financieras sobre el sector. Así lo reveló ayer el director ejecutivo de ATACYC, César Bastien, durante el 27º Congreso Internacional de Tarjetas de Crédito que se realizó en el centro porteño, en el que se planteó como eje del debate a la tarjeta de crédito como herramienta de inclusión financiera. "Estos datos grafican la tremenda crisis que atraviesa el sector", expuso el directivo, al analizar que los motivos de este fenómeno se explican por "sucesivas malas regulaciones realizadas desde el Estado, que van desde sobrecarga impositiva hasta exigencias operativas excesivas". El millón de plásticos menos, representa alrededor de un 6% del total de tarjetas activas en el sistema, lo que marca no sólo un cambio de tendencia respecto a lo que venía ocurriendo en los últimos años en el país, sino que va a contramano de lo que sucede en el mundo. Bastien aclaró que "este fenómeno no está relacionado con la situación macroeconómica del último año y la consecuente recesión y caída de consumo, sino con situaciones propias del sector". "Si se compara con el denominado IVA-DGI, que es considerado un muy buen indicador macro, se ve cómo, año a año, la tarjeta venía ganando participación respecto del consumo total, porque crecía la relación con el IVA, pero hace dos años va retrocediendo", explicó. Puesta en cifras, la relación de la participación de la tarjeta de crédito en el consumo estimado resultó, entre julio de 218 y julio de 219, de un 42,7% en relación al indicador IVA-DGI, en tanto que el interanual de 2018 había sido del 44,1%, y el de 2017 de 47,1%. Para Bastien, "cuando los incentivos son negativos -como lo son las regulaciones distorsivas- y llevan a una empresa a perder dinero con su actividad, la reacción natural es a achicar el negocio". "De esta manera, se restringe la oferta de productos a los segmentos más rentables y, simultáneamente, se tiende a bajar la cantidad de beneficios que se prestan", expresó. Entre las medidas tomadas desde el Estado en detrimento de las tarjetas, destaca el informe difundido ayer, que se centra en la Ley que regula la tasa de interés máxima, "sin tener en cuenta las verdaderas condiciones del mercado".