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Ferragosto

Agosto en Roma no es fácil. Un calor que agobia sucede cada día del mes. Y sin embargo, tiene una gran ventaja: queda vacía! Solo los osados turistas se animan a transitar aquellos “eternos” sampietrini. Los romanos, los que pueden, huyen.

Buena parte a zonas costeras y algunos a las montañas. Y la ciudad cierra muchos de sus negocios y tiendas.  Algo más sucede en Agosto en Roma y toda Italia: Il Ferragosto: una fiesta que se celebra hace más de 2000 años. Hoy, con fecha central en el día 15, cuando los católicos festejan la Asunción de la Virgen, dogma instituido por el Papa en 1950. Pero el Ferragosto tiene su origen en las Feriae Ausgusti, luego Feriae Augustalis, una serie de celebraciones a los distintos Dioses y Diosas, que se desarrollaban en Agosto, cuando terminaba la cosecha. De entre esos festejos, el que veneraba a Diana, el día 13, era el principal. Así que, cuando Ottaviano fue proclamado Augusto, decidió que ese mes fuera de descanso. La fiesta de Diana era sobre el Aventino. Ella era la diosa de los campos sembrados, de las plantas, no solo comestibles, sino que tuviesen propiedades medicinales. Diana era venerada también como patrona de la maternidad, de las fases lunares y como maga. Durante la celebración, que se hacía en el templo dedicado la "Dea", se mezclaban patrones y esclavos libremente  y por eso fue tan temida por los cristianos, ya que no fue fácil de extirpar su adoración . Otros Dioses a los que se festejaba eran Consus (Le Consualia), protector de las mieses y del aprovisionamiento. Ops: Diosa de la naturaleza. Madre, permaneciendo virgen. A quien se confiaba la protección del trigo cosechado. Claro que en éstas fechas no se trabajaba y se hacían banquetes frente a los diversos templos, gastos que asumía el estado. Con el Cristianismo éstas creencias van a ser abolidas y hacia el siglo VI la iglesia instala el 15 de Agosto como el pasaje de María Madre a la Vida Eterna (La Dormitio). Luego dogma, por el Papa Pacelli en 1950. Actualmente en los pueblos y ciudades, el día 15 se hacen procesiones, misas y hay mucha devoción. Pero también es el final del verano y hay festivales y desfiles y alegría. El Gran Baile de Roma; El Palio de Siena; La Discesa dei Candelieri en Sassari, Cerdeña; La Vara di Messina en Sicilia; Los Conciertos de Cuneo en Turín o Milán, en la montaña, todo ello es Ferragosto. Ahora: si viajamos a Italia en Agosto…pero sobre todo si la ciudad es Roma, habrá que pensárselo. Altas temperaturas…pero el placer de disfrutarla casi en solitario.

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ITALIANOS E ITALICOS

SIMILITUDES Y DIFERENCIAS

La semana pasada un reconocido y apreciado centro de investigaciones sociales de la Península Italica (CENSIS) hizo público un estudio acerca de los valores que informan la vida y las acciones de los italianos contemporáneos. Parece ser que el estilo individualista que había caracterizado la vida de los italianos los últimos años haya sido superado y revertido. Lo que emerge del estudio mencionado es el redescubrimiento de la vida de relación, luego de algunas décadas vuelven a ponerse de manifiesto algunos conceptos que parecían haber  definitivamente  desvanecido. Los valores que más los italianos comparten parecen haber vuelto a ser: el valor de la familia (65% de las menciones), la atención para la calidad de la vida (25% de las menciones), la tradición religiosa (21% de las menciones) y el gusto por lo bello (20 % de las menciones). Después de haber leído estas observaciones nos resultó natural preguntarnos si los valores indicados resultaban ser igualmente importantes en la vida de los descendientes de italianos en Argentina y más aún: ¿Qué punto de contacto se evidenciaban observando el estilo de vida, los valores de referencia, las costumbres, que permean la existencia de los descendientes de italianos con los italianos que transcurren su existencia en Italia?  Creemos no equivocarnos afirmando que la mayor parte de los valores indicados (familia, tradiciones religiosas, etc.) resultan compartidos entre las dos colectividades a pesar de las décadas y de los miles de kilómetros que los separa. Este pensamiento nos conforta, a nosotros de la Sociedad Dante Alighieri, en nuestro esfuerzo de impulsar la mayor difusión del idioma italiano y de nuestros puntos de referencia culturales: sabemos ahora, gracias al Censis, que italianos e itálicos conviven en un amplio territorio cultural. Sin embargo estas reflexiones, modestas por cierto, nos llevaron a hacer un paso más en éste territorio ideal: ¿si es verdad que los valores de referencia reportados son los mismos para las dos categorías de individuos mencionadas, podemos afirmar lo mismo para las dos comunidades? Y, aún más, ¿existen todavía las dos comunidades? El grupo humano integrado por los descendientes de italianos que viven en la provincia de Corrientes, ¿puede todavía definirse una comunidad o es simplemente un grupo de individuos con características comunes, que no interactúan entre sí?. Nosotros creemos que todavía existen lazos que aglutinan los individuos que integran la italianidad correntina, pero al mismo tiempo, no podemos evitar observar que sufren los efectos de una fuerza centrífuga que tiende a alejarlos del centro común inicial.

El esfuerzo, la voluntad, el deseo de la Società Dante Alighieri, es aquel de representar, con ayuda de todos, un nuevo centro que invierta ésta tendencia hacia el externo y poder volver a constituir una comunidad de personas que, libremente, deseen volver a compartir colectivamente valores presentes a nivel individual como ya hemos visto. También nos preguntamos, ¿qué pasó?, ¿hay una responsabilidad en ésta situación? Creemos no equivocarnos afirmando que estructuras y organizaciones presentes desde hace décadas en Corrientes, en vez de colocarse al centro de la cuestión para atraer la comunidad presente, representando un coagulo vital para la sangre de ese cuerpo social, han terminado por inercia, por incapacidad, por malicia, alimentando y reforzando esa fuerza centrífuga en vez de contrastarla y anularla. Las acciones, las iniciativas, los momentos de encuentro que hemos provocado en el transcurso de éstos últimos años, demuestran que todavía existe la voluntad de representar un grupo cohesionado en otra comunidad más grande que lo contiene.

GIANCARLO PERVERSI