El papel fundamental del entusiasmo

Si algo no nos interesa, no vamos a recordar, ni vamos a aprender.
¿Te acuerdas de tu primer beso, de tu primer sexo, del día en que te enamoraste?
¿Te preguntaste porque a lo largo de la vida recordamos cosas y otras no?
Sigue leyendo la nota para enterarte el porqué.
La Epigenética estudia los mecanismos que regulan la expresión de los genes en relación a la influencia de nuestro ADN y el medio ambiente.
Nuestro ADN puede mutar modificando la información de la herencia por factores tales como: lo que comemos, como pensamos, lo que decimos, sentimos, lo que hacemos y nuestras costumbres.
Y nuestro cerebro como cualquier otro órgano del cuerpo se desarrolla de acuerdo al uso que le demos, a mayor entusiasmo mayor aumento de nuestras capacidades cerebrales.
El entusiasmo es considerado abono para el cerebro.
Nos vuelve personas motivadas y felices.
La falta de entusiasmo es desinterés y no vas a recordar lo que no te entusiasmó.
El entusiasmo nos hace genios, nos da alas, nos convierte en personas poderosos.
Todos nacemos con la semilla de entusiasmo.
Todo cambia cuando estamos entusiasmados.
Cambiamos nosotros, la manera en que vemos las cosas y nuestra vida.
Ocuparnos en disipar las nubes que ocultan nuestro entusiasmo nos convertirá en Competentes.
Competente es quien sabe cómo se hace algo, le gusta hacerlo, lo hace bien y con ética.
El entusiasmo va de la mano con el empoderamiento que tiene como pilares; Saber, poder, querer.
Cuando estamos entusiasmados, el universo conspira a nuestro favor allanándonos los caminos.
Todas nuestras capacidades, talentos, salen a la luz transformándonos en competentes.

EL dinero no es un fin en sí mismo, pero es consecuencia del éxito entendiendo por exitoso a una personalidad que se trasciende logra resultados satisfactorios, el éxito es consecuencia de ser competentes, esto significa Saber, poder, querer; la competencia es consecuencia del Entusiasmo que es la exaltación del ánimo, inspiración divina.
Es frecuente ver personas desinteresadas, vacías en su existencia, desanimadas, angustiadas, abatidas, con estrés emocional y físico, sin alegría, energía o fuerza interior, sin capacidad de sorprenderse gratamente o de encontrar un sentido trascendente que los entusiasme.
No se trata de hacer lo que más te apasiona;
Sino de que te apasione lo que haces, ¿se entiende?
Hago una analogía para aclarar el concepto:
"Tal vez no tengas todo lo que quieras;
pero quiere todo lo que tengas".
¿Cómo recupero mi entusiasmo perdido?
1-Elimina tus distracciones:
¿Define quien eres y que quieres?
Haz una lista y prioriza claramente tus metas.
Concéntrate en ellas, Planifica, jerarquiza.
2-Cambia tu manera como haces las cosas:
Elimina la rutina.
Recíclate, renuévate, mejora tu versión, ve por inspiración, haz diferente, deja que fluya tu creatividad, diviértete, disfruta mientras lo haces.
3-Reconcíliate con tus expectativas:
Ten disciplina y conducta.
Asume metas reales y medibles, no te pongas expectativas irrealizables o ilusorias.
Confía en tu instinto, en tu sabiduría interior y llena tu mente de pensamientos de confianza, optimistas, entusiastas, superadores.
4-Exponete a cuestiones inspiradoras:
Rodéate de gente nutritiva y cosas que te llenen de energía positiva que eleven tu bienestar, te muevan hacia una perspectiva de posibilidades.
Se agradecido, ofrece y entrega desinteresadamente tus dones, reúnete con artistas, intelectuales, seres de bien, viaja, conoce otras culturas, asómbrate, despeja tu mente y toma descansos reparadores, juega en grupo y ríete mucho.
5-Recuerda lo que te causó entusiasmo:
¿Qué actividades te hacen feliz, te interesan y apasionan?
¿En qué pierdes la noción del tiempo?
¿Qué hace latir más fuerte tu corazón?
Es posible que decaiga la motivación en algún momento, no siempre estamos al 100% motivados, pero poner foco en nuestro para que y los propósitos ayudará a recuperarla.
La edad arruga la piel, perder el entusiasmo arruga el alma.