Punta Cuevas (II)

- San Martín tornando obligatorio el duelo, Belgrano proclamando que daban lo mismo los 40 que los 60 a la hora de morir... Rosetti pisoteando sus presillas y gritando a sus hombres arredrados ante el enemigo "¡paso cobardes para morir solo!", todo eso y mucho más habría que poner en la cuenta a la hora de enjuiciar a Murature y Py, que además de verse obligados a marcar el paso en aquel contexto de rasero militar extremo, cargaban la tacha de ser extranjeros, uno genovés, el otro catalán, obligándolos a doblar la medida. Allí se explica aquel duelo artillero con Brugues al que someten a la única nave argentina operable. Valorando la conducta de Murature en Cuevas, la Wikipedia no es piadosa. Parece enjuiciarlo por acciones anteriores, aseverando que "en enero de 1865 participó en el vergonzoso ataque brasileño a Paysandú, y también en el asesinato de sus defensores". Sin duda, cumpliendo órdenes, habrá actuado junto a los brasileños, pero es poco probable que haya participado desde a bordo de su nave de los excesos perpetrados en tierra por los uruguayos de Venancio Flores, contra los uruguayos de Leandro Gómez. Uno de tantos ajustes de cuentas entre compatriotas. En definitiva, Mitre apoyando a sus amigos orientales, y de rebote al imperio, Urquiza, ya entrenándose en aquella discutible parálisis, salariada luego tan generosamente por el Barón de Mau..., y, como remate, Paysandú siendo el pato de la boda. Un agónico refucilo federal ahogado en sangre por los unitarios. La enciclopedia digital, también penaliza la actuación del genovés en Cuevas afirmando que "...Murature decidió detener el buque para prolongar el duelo de artillería. El resultado fue la casi destrucción de la nave y quince muertos, entre ellos el hijo del futuro comodoro Luis Py que comandaba el buque". Los biógrafos de su tiempo fueron mucho más generosos, y así, por citar un caso, José Ignacio Garmendia exalta por todo lo alto el heroísmo de su conducta y la del barcelonés. Claro, lo relevante era el gesto, no sus consecuencias. Como fuera, el hecho es que la escuadrilla brasileña fuerza el paso y continúa navegando, para apostarse en proximidades de Goya, en el Rincón de Soto, Allí, Barroso vuelve a caer en su inacción característica, aguardando la llegada del ejército.

Según diversos autores, esa inercia, tan criticada por los diarios de Corrientes de la época, que apostrofan duramente la pereza de los "encorazados" imperiales, obedece al temor de quedar cortado de sus bases. Aprecio que, vista como una forma de operar reiterada bajo otros almirantes a lo largo de toda la guerra, responde a una percepción anacrónica del papel de las fuerzas navales como meros auxiliares de las operaciones terrestres, y también a un exceso de celo en la conservación de los materiales. Si los argentinos en tierra y agua, como demuestran en el Paso de Cuevas, se juegan el todo por el todo, los mandos imperiales, evidencian en todo momento una cautela digna de mejor empleo. Sin embargo, si en el plano de las comparaciones dejamos de lado la cosmovisión argentina aferrada a demostrar un valor "...outrance" como principal cualidad de un guerrero y nos aproximamos a nuestro propio tiempo, en la acción de Cuevas en sí, la forma de actuar de los imperialesse presenta más coherente y militarmente sensata que la de los argentinos, cuyo proceder cabría equipararlo a una bravata, tan innecesaria como gravosa, con el alto precio en daños materiales, pero especialmente en vidas que pretende la wikipedia. Claro, el mundo digital no tiene por qué hacer gala de pensamiento histórico, pero los historiadores están obligados a ello. En definitiva, comparada con enfrentamientos navales análogos, especialmente la acción de Obligado, Punta Cuevas evidencia que, con los medios de aquella época, por poderoso que resultara el poder artillero puesto en juego, por significativo que fuera el apoyo terrestre emplazado, no era posible establecer un bloqueo fluvial efectivo, que tornara imposible el paso de una escuadra potente. Enseñanza que en su momento no extrajeron los mandos navales brasileños, cuyos almirantes operaron como una fuerza aparte en el marco de la Alianza. Más adelante, en la misma guerra, demorarán largo tiempo frente a Humaitá, pese a que, para aquel entonces, el Imperio disponía de naves menos vulnerables, -los monitores- , y armas de a bordo de gran poder. Asimismo, al evaluar aquellas acciones fluvio navales, es imprescindible tomar en consideración lo reciente del reemplazo de las marinas veleras por las carboneras, y en éstas, la sustitución paulatina de la rueda por la hélice y la todavía más cercana aparición del blindaje en las naves de guerra, prácticamente contemporáneo a los sucesos que describimos. Aquellos comandantes que debieron decidir el empleo de tamañas innovaciones, eran hombres "anteriores", por así decirlo, que en todas las marinas de guerra, incluso la más poderosa del mundo, la británica, se caracterizaban por un conservatismo al que se le hacía cuesta arriba traducirlas en estrategias y tácticas exitosas. Ellas, se irían dando más en base a prueba y error que como consecuencia de formulaciones teóricas, las que debieron aguardar la pluma de Mahan para revolucionar realmente el arte de la guerra naval. Y recién en 1890 el west pointer publicaría su célebre tratado sobre la influencia del poder naval en la Historia.

Hay que señalar asimismo, que en la coordinación de los esfuerzos navales con los terrestres, los imperiales evidenciaron un notable desconocimiento o, caso contrario, una todavía menos comprensible falta de aprovechamiento, de lo actuado por las fuerzas de la Unión durante la guerra civil norteamericana, en especial las operaciones fluvio terrestres de Granty Farragut en el río Cumberland para apoderarse de la fortificación que lo bloqueaba y, dominado el curso de agua, dividir en dos a la Confederación. Sólo la maniobra sobre Angostura que, mucho después, ejecutará Caxias, permite ensayar alguna analogía con la captura de Fort Donelson. Si todos aquellos capitanes sudamericanos, en tierra y agua, leyeron algo sobre Crimea o la Guerra entre Norte y Sud, no parece que hayan sacado gran provecho de ello. En fin, en tamaño contexto, el forzamiento del Paso de Cuevas sirve sobre todo como un episodio para la reflexión.