Precio de la naranja: una docena puede llegar a costar 80 pesos
En los últimos meses, el precio de la naranja aumentó considerablemente en muchos comercios y supermercados. En algunos casos ronda los $35 el kilo, lo que a razón unas 5 frutas cada 500 gramos pueden llegar a ser entre $70 y $80 la docena como unidad tradicional de compra. Para consultar sobre las razones de este incremento, época se acercó a la feria popular de los viernes en la plaza Juan de Vera.

La consulta a los comerciantes dejó diferentes miradas acerca de este tema: "Aumentó bastante pero ahora se está estacionando; ahora está $50 la docena, en otros lados está $20 o $30 más. La traemos de Monte Caseros. Es todo un tema conseguir porque la naranja lleva 6 meses sin lluvia, la cuestión climática importa en estos casos y produce escases. Por el precio la gente no lleva mucho, solo lo justo y necesario", explicó Ramón, uno de los feriantes. "Hace más de tres meses que se disparó el precio de la naranja. Seguramente se vieron perjudicados por el tema del clima, tanta lluvia, todo eso redujo la producción. Está $60 la docena, la gente lleva muy poco", sostuvo José, otro de los vendedores consultados. "No sé si tienen que ver directamente las inundaciones pero lo que pasa es que se importa la naranja y no llega hasta acá, entonces encarece. Hoy un cajón de la fruta vale de $450 para arriba, pero igual hay que comprar porque la gente pide. También depende mucho de tamaño, cuanto más chico es, más entra en los cajones, pero te cobran un precio parecido", explicó Javier, un comerciante que viene desde el barrio Molina Punta. Al consultar por el precio, explicó: "Estamos vendiendo en un promedio de $50 y $60 la docena. En los supermercados suelen vender por kilo pero nosotros seguimos vendiendo por docena, como con otras frutas. Siempre tratamos de traer lo mejor". Con respecto a las demandas de los clientes regulares, añadió: "Muchas veces la gente nos pide algo que no es de estación, como la espinaca, que todavía no es temporada en la zona. Está viniendo de afuera y a un precio alto, creo que dentro de un mes vamos a tener espinaca de la región". Al mismo tiempo, época consultó a las personas que asisten regularmente a la feria, en relación a si encuentran mejores precios en comparación con cadenas de supermercados y comercios de sus respectivos barrios: "Como vengo poco al centro, los viernes aprovecho a comprar rúcula porque cerca de mi casa no consigo lo que encuentro acá. No hay tanta diferencia, pero la ganancia se da en la verdura fresca", explicó Noemí, una de las clientes frecuentes de la feria.
"Las veces que vengo acá, gano. El producto es de chacra y me hace acordar a mi casa porque viví en el campo de El Sombrero, mi abuelo tenía campos, trabajábamos con él y sé lo que es el producto bueno. No tiene fertilizantes, en la zanahoria te podés dar cuenta porque no tiene ese corazón blanco, está como tiene que ser", dijo Aurelia, una señora que asiste regularmente. "Hay que darle el tiempo a la verdura para que crezca y no meterle como una levadura para que se infle. Acá todas las cosas son sanas por eso me gusta venir. Siempre compró de todo, mandioca, batata y repollo, en mi casa comemos muchas verduras", expresó a época. Al ser consultada por los precios dijo: "Son mejores acá, en el supermercado es imposible". "Siempre pasamos porque la verdura es fresca de todo el día y bien trabajada. Atienden bien también, siempre es importante para que la gente siga viniendo", afirmó una señora del barrio Laguna Brava. Otro de los clientes que asisten con frecuencia a la feria es Pablo, quién dejó unas palabras: "Es conveniente comprar en la feria porque tienen buenos precios y son productos frescos, es lo más significativo y marca la diferencia con respecto a los supermercados".
Trabajo en familia La feria es un lugar para buscar precios en diferentes productos pero también para conocer historias sobre la procedencia de los feriantes y el trasfondo de la elaboración de lo que comercializan. Uno de los casos es el de Rosalia, una feriante de Itati, quién vende dulce de mamón, guayaba, quinotos, naranja, escabeche de gallina, de berenjena, pastelitos, pan y queso casero: "Todo elaborado artesanalmente y natural, trabajo con mi hija. Hace 18 años me dedico a preparar diferentes productos". Al preguntar sobre el producto más buscado por sus clientes afirmó que el dulce de mamón es el favorito: "Sale $60 el medio kilo. También vendemos mucho queso doradito porque los comen juntos. La miel está $120 el kilo". Otra historia es la de Justa, quién es nacida en Mburucuyá pero vivió mucho tiempo en Buenos Aires hasta volver a Corrientes: "Con mi familia estuvimos 22 años en Lanús y nos volvimos por temas de inseguridad. El emprendimiento consta de todo lo relacionado a pastelería, bizcochuelo, pastelitos y pasta frola". Él explica el surgimiento: "Todo lo empezó mi mamá y mi hermano, por el tema de la facultad porque empecé a estudiar agronomía, ayudaba solamente atendiendo, ahora que lo dejé en suspenso, me estoy haciendo cargo de llevarlo adelante". Este es el cuarto año que ella forma parte de la feria.
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Al hablar sobre sus productos y los clientes, explicó: "Por suerte tenemos productos que salen enseguida, además de nuestros clientes fijos que ya hacen sus pedidos, como los que solicitan el pastelito tradicional de queso. Lo hacemos a pedido", explicó Justa, quién está al frente de "Doña Clementina", el emprendimiento que lleva el nombre en honor a su madre. "Soy de Bella Vista y vengo a hacer feria en el mercado popular los miércoles en la plaza Torrent, los viernes en la plaza Vera y los sábados en el Parque Mitre. Vendemos salame tradicional, saborizado con queso, también bondiola y jamón crudo. Hace nueve años que estamos con esto", explica Antonio Fabián Romero, quién también trabaja en familia, cuenta con la ayuda de su esposa e hija: "La fábrica la tenemos en nuestra ciudad y trabajamos con cerdo de frigorífico". Al consultarle por los precios de sus elaboraciones, informó: "Cada bastón sale $150, cuando se elabora recién pesan un kilo cada uno, al deshidratarse quedan en 450 o 500 gramos aproximadamente". "Como parte de la feria estamos hace más de 12 años, en el rubro árboles. Vendemos enredaderas, plantas de interior", explica Alfredo, quién expresó que están "muy contentos con el sistema de ferias que permite el contacto directo del productor con el público, que favorece a ambos. A nosotros porque lo producimos y al público porque los precios son mejores que en lugares más establecidos". Al indagar sobre las demandas de sus clientes frecuentes explicó que los árboles más demandados son los frutales y en segundo lugar los ornamentales, como algarrobo y lapachos. En cuanto a los primeros, ofrecen plantas de mamón y palta, entre otras.

--- "Somos una productora en familia, con mi hermano, su señora, mi esposa, mi sobrino y uno de sus amigos. Somos de barrio Esperanza", explicó Ángel, uno de los jóvenes feriantes, quien brindo su tiempo mientras atendía las demandas de la gente. En relación a las ventas, señaló: "Vienen bastante cuando logras que los precios no suban mucho en relación a la verduda, siempre tratamos de hacerlo pensando en la gente y porque todo lo que es hoja es de nuestra producción. La lechuga está $35 y la banana $25 el kilo". Con respecto al tema de la naranja afirmó que hay escases "por el tema del agua que vino y el calor que fundió las plantas y las frutas, se vino muy abajo. Lo poco que quedó está caro, al haber poco, los que tienen le hacen un aumento". Al mismo tiempo añadió que, como parte de la feria se organizaron para reunir donaciones para el comedor "Nueva Esperanza" del barrio al que pertenecen. "Nos reunimos todos una vez y buscamos la vuelta para darle una mano desde nuestro lugar. Me ofrecí a llevarle todos los sábados, lo que podamos juntar en relación a verduras y donaciones. Invitamos a que la gente se acerque todos los viernes a los que quieran colaborar con ropa o alimentos", explicó Ángel. Ana Ortiz es quién atiende el Merendero "Nueva Esperanza", hace más de dos años asiste a 130 niños los días sábados y domingo con almuerzo y merienda. En relación a esta ayuda solidaria, expresó: "La verdad no tengo palabras para agradecerles a los que se acercaron a ver cómo podían ayudarnos porque toda la gente así me colabora a levantar el merendero".