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Talleres no tuvo piedad de los pibes

Le ganó 4 a 0 a River con un buen funcionamiento y fue superior en el segundo tiempo donde plasmó su mejor juego después de un primer período bastante parejo, hasta el gol de Ramírez en el palo que cubría Batalla, con la complicidad del arquero "millonario".

Talleres de Córdoba goleó como local por un contundente 4-0 a la juvenil versión que River Plate presentó esta noche en el Estadio Mario Alberto Kempes, por la séptima fecha de la Superliga, con la vista puesta en el duelo que afrontará el martes ante Lanús, en el que buscará defender la victoria conseguida por 1-0 en la ida para avanzar a la final de la Copa Conmebol Libertadores.

RIVER SUFRIÓ UNA DURA DERROTA ANOCHE FRENTE A TALLERES EN CÓRDOBA.
RIVER SUFRIÓ UNA DURA DERROTA ANOCHE FRENTE A TALLERES EN CÓRDOBA.

-- El equipo cordobés, con varios puntos altos entre sus intérpretes, dejó sin invicto al elenco millonario en el ámbito local gracias a dos goles de Juan Ramírez, a los 43 minutos del primer tiempo y a los 23 del segundo, y a sendas conquistas de Marcelo Torres, a los 32 de la etapa final, y el uruguayo Lucas Olaza, de penal, tres minutos después. El equipo de Marcelo Gallardo, que después de Lanús tendrá por delante nada menos que el Superclásico ante Boca Juniors, el domingo próximo, resistió hasta donde pudo e inclusive tuvo ocasiones, en el primer tiempo, de abrir el resultado, pero la inexperiencia fue decisiva para inclinar la balanza en favor del local. Talleres, escolta junto con Unión de Santa Fe al menos en forma momentánea de Boca, a cuatro puntos, se adueñó de un triunfo que mereció porque fue paciente para abrir el resultado en el pasaje más desfavorable del partido y porque, una vez en ventaja, se manejó con aplomo e hizo valer esa diferencia. Recién después de un primer cuarto de hora jugado con dinámica, pero sin profundidad ni precisión, llegó la primera aproximación y fue para Talleres, tras un centro desde la izquierda, a los 15 minutos, que el debutante Nahuel Gallardo despejó defectuosamente presionado por un adversario, y el rebote le quedó servido a Torres, quien remató, pero la pelota dio en Alexander Barboza y salió al córner. Con un marco de cierta paridad, Talleres mostró mayor fluidez en el juego y así consiguió invadir con frecuencia el campo visitante, al que se le dificultaba tapar tanto las subidas de los laterales locales como cortar el tránsito del juego en la zona media. River exigió al arquero local con un derechazo de Augusto Aguirre a los 32 y un zurdazo raso y potente de Barboza: a los 41 Herrera le ahogó el grito a Carlos Auzqui, y dos minutos después River se encontró abajo en el resultado, cuando Ramírez ensayó un violento zurdazo que dejó sin reacción a Batalla. El segundo capítulo no entregó otra tónica. Al comienzo River llegó con remates de Rodríguez y Auzqui y la "T" respondió con un latigazo de Olaza. Hasta que a los 23, una nueva trepada de Olaza siguió con Joao Rojas y lo definió Ramírez, otra de las figuras de la "T". River sintió el impacto de la segunda caída y Talleres se aprovechó, y empezó a desplegar su mejore versión sobre el rectángulo de juego. A los 32’ comenzó a liquidarlo con una gran definición de Torres y le puso el moño a su actuación con un penal convertido por Olaza.

** San Martín de San Juan ganó con un gol de su arquero

Con un gol marcado de penal por su arquero Luis Ardente, San Martín de San Juan superó ayer a la tarde por 1-0 a Estudiantes de La Plata y de ese modo consiguió su tercer triunfo consecutivo en la Superliga Argentina de Fútbol. La victoria de San Martín se sustentó por lo hecho en la primera parte a partir del correcto trabajo de Nicolás Maná, Claudio Mosca y Gabriel Carbajal, mientras que Estudiantes mejoró un poco en el segundo período, aunque eso no le alcanzó para llegar al empate. El accionar de los jugadores, incluidos los de San Martín, se vio sumamente limitado por la alta temperatura con la cual se desarrolló todo el partido. San Martín hizo la diferencia en la primera parte con el buen traslado de pelota a partir de la sociedad que armaron Maná, Mosca y Carbajal, algo que sin embargo no se vio reflejado en llegadas sobre el arco defendido por Mariano Andújar. A los 15 minutos, cuando no había pasado absolutamente nada, llegó la apertura del marcador. Mosca y Jonatan Schunke fueron a buscar una pelota, el defensor le tocó los talones y el árbitro Nicolás Lamolina sancionó correctamente el penal que fue transformado en gol por Ardente. Estudiantes, aún en desventaja, no reaccionó, abusó de los pelotazos sin destino y, con excepción de un remate de Marco Borgnino que Ardente envió al córn

er, no produjo situaciones de riesgo. En el segundo capítulo Estudiantes fue un poquito más gracias al trabajo de distribución que hizo Rodrigo Braña en la mitad del campo y el adelantamiento de Gastón Fernández. Pero no alcanzó. Esa leve superioridad le permitió disponer de una ocasión para conseguir el empate. A los 20 minutos, Borgnino sacó un remate que fue rechazado Matías Escudero cuando Ardente nada podía hacer. Sin hacer demasiado, San Martín pudo haber aumentado la diferencia a los 41 minutos, cuando Nicolás Messiniti, totalmente solo, cabeceó desviado.