Lula declaró ante la justicia y dijo ser víctima de una "masacre" mediática

Firme y desafiante, el ex presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva compareció ayer ante un tribunal de Brasilia donde negó las acusaciones de haber tratado de obstruir las investigaciones anticorrupción en Petrobras, y denunció que sufre una "masacre" mediática y judicial que busca descalificarlo para las elecciones de 2018.
"Desde hace más o menos tres años soy víctima de casi una masacre. ¿Sabe lo que es levantarse todos los días y encontrar a la prensa en la puerta de casa porque creen que voy a ir preso? Por todo lo que veo en la prensa, hay alguien instigando a mencionar mi nombre", apuntó el líder del Partido de los Trabajadores (PT), al declarar en una de las cinco causas en las que está procesado.
Rodeado de un amplio operativo de seguridad, el popular ex mandatario (2003-2010) llegó al 10º Tribunal Federal de la capital para responder por las acusaciones realizadas el año pasado por el ex senador Delcidio do Amaral -ex jefe de la bancada petista en la Cámara alta-, que lo acusó de intentar comprar el silencio de un ex directivo de Petrobras. Fuera del juzgado había decenas de simpatizantes que aplaudían a Lula y levantaban carteles con el año "2018" escritos en ellos, así como críticos que le gritaban "ladrón".
Según reveló a la justicia Do Amaral -condenado por su participación en el petrolão-, Lula habría ofrecido dinero al ex director del área internacional de la petrolera Néstor Cerveró para que no firmara un acuerdo de delación premiada con los fiscales. En la presunta maniobra habrían participado también el banquero André Esteves (ex presidente de BTG Pactual), el empresario ganadero José Carlos Bumlai, amigo de Lula, y el propio Do Amaral.
"Los datos son falsos. Delcidio faltó a la verdad en ese proceso. Nunca tuve ninguna preocupación con ningún testimonio de ningún empresario o director de Petrobras", afirmó el ex presidente.
"Quiero defender mi honra, es el valor más importante que tengo. Y me ofende profundamente la insinuación de que el PT es una organización criminal. El Ministerio Público Federal no existía, era una pieza de ficción cuando llegué al gobierno", resaltó en la que fue su primera comparecencia en una de las causas que tiene abiertas en el marco de la operación Lava Jato.
Lula está procesado en otras cuatro causas, por corrupción, lavado de dinero y tráfico de influencias. El próximo 3 de mayo deberá presentarse en Curitiba ante el famoso juez federal Sergio Moro, quien tiene bajo su responsabilidad las investigaciones sobre la trama de sobornos que se enquistó en Petrobras.
Aunque Lula fue muy crítico de los fiscales de la operación Lava Jato y de la acción "partidista" del juez Moro, ayer dijo que apoya las investigaciones anticorrupción.
"Hay gente que cree que estoy en contra del Lava Jato. Por lo contrario, quiero que el Lava Jato vaya al fondo, para ver si acaba con la corrupción. De lo que estoy en contra es de execrar", subrayó.
Pese a sus numerosos problemas judiciales -que podrían costarle una eventual nueva candidatura si fuera condenado en dos instancias-, Lula se mantiene a la cabeza de las preferencias del electorado para los comicios de 2018. La última encuesta de MDA en febrero, poco después de la muerte de su esposa, Marisa Leticia, lo ubicaba con un 30,5% de las intenciones de voto, con 20 puntos por encima de sus más cercanos competidores.