Frente a las últimas noticias escribo estas líneas para poner un manto de claridad. Es necesario que todos los correntinos sepan cómo son las cosas, ya que hay versiones inexactas, inciertas y hasta maliciosas que confunden y subestiman a la gente.
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La Ley que está en Diputados propone la creación de un parque nacional sobre las tierras a donar por Douglas Tompkins.
Esto asegura que dichas propiedades privadas se conviertan en públicas ni bien Nación acepte el traspaso de la custodia por parte de Provincia.
Con la creación del Parque Nacional en el Iberá, que se suma al Parque Provincial existente, se conforma el parque ecoturístico más grande de Argentina. Creemos en esta nueva producción y en el potencial turístico que tiene el Iberá y por eso aceptamos la propuesta de Tompkins para que sus propiedades amplíen el Parque Provincial, con un nuevo Parque Nacional. Sólo si Corrientes crea un Parque Nacional podremos contar con las 150.000 hectáreas privadas de Tompkins pasando a ser un legado y un terreno público para todos los correntinos.
De no crearse el Parque Nacional, los Tompkins, como cualquier privado, podrían decidir vender sus tierras a quien quisieran, y los correntinos perderíamos la posibilidad de contar con tres nuevos accesos al Iberá, y un desarrollo turístico para Concepción, San Miguel, Loreto, Mburucuyá, Villa Olivari, Ituzaingó y ampliar la oferta de Pellegrini.
Y también perdería toda la provincia al quedarse sin las tierras altas de conservación, con sus pastizales, sus montes y las zonas donde hoy logramos traer de vuelta al oso hormiguero, el venado de las pampas y la fauna más vistosa del Iberá.
¿Quién, en esta provincia, no consideraría beneficioso contar con 150.000 hectáreas de Tompkins, con sus bosques, lagunas, pastizales y una excelente infraestructura, para que los pueblos vecinos puedan hacer uso público y acceder a una posibilidad productiva basada en el turismo?
¿Quién considera mejor no aceptar el regalo, y que los Tompkins se lleven los millones de dólares que implicarían las ventas de estas tierras de vuelta a Estados Unidos?
¿Quién puede considerar un error querer tener un segundo Parque Nacional en la provincia, y apostar a un crecimiento turístico, para estar a la altura de Iguazú o Los Glaciares?
Señores, creo que tenemos que poner las cosas como son.
La Provincia de Corrientes recibió una propuesta de donación de tierras para el uso público e incrementar el patrimonio natural de todos los correntinos, resguardando para siempre el Iberá.
¿Qué harían ustedes si estuvieran en mi lugar? ¿Denegarían este regalo que es para todos los argentinos y sobre todo para los correntinos?
¿Le dirían a los Tompkins que vendan todo y que lo disfruten privadamente? ¿Privarían a jóvenes de Concepción y San Miguel que trabajen de guías en Iberá? ¿Perderían la oportunidad de tener más y nuevos accesos al parque?
¿O pensarían en el Iberá, los 12 municipios vecinos, el desarrollo local, la generación de empleo con inversiones de Nación en rutas de acceso, en el posicionamiento internacional de un destino turístico conectado a los grandes parques nacionales como Iguazú, Nahuel Huapi, Glaciares, Talampaya y Tierra del Fuego?
Señores, "gobernar" con visión de futuro es la tarea de todos quienes hoy recibimos esta propuesta.
Mi responsabilidad, como legislador provincial y presidente de la comisión de Ecología del Senado, me llevó a tomar esta iniciativa con altos beneficios para la Provincia y para los correntinos. Habrá quienes lo midan mezquinamente, pensando en ganar pulseadas de pueblo, en posicionarse políticamente a partir de viejas y falsas historias, o bien, a partir de la mala información y de la división.
Una vez más Corrientes está haciendo historia. Esa historia grande donde los héroes, con su cultura y su naturaleza, se destacan en toda Argentina. Y está orgullosa de mostrarse al mundo a través de Iberá, como lo más lindo y auténtico del país.
La propuesta para Iberá y toda la provincia es ésta. Una propuesta de desarrollo, de trabajo local, de dignidad, de valentía, de muchos correntinos unidos para lograr algo grande, algo único. Iberá, por su belleza natural, merece ser el parque más grande del país, el más completo, porque es el único que trabaja fuerte en la reintroducción de especies, merece tener las 150.000 hectáreas de Parque Nacional que potencie al Parque Provincial.
Es por eso que presentamos la Ley para dar inicio a la creación el Parque Nacional Iberá. Esta Ley solamente regula las propiedades de Tompkins y no afecta en lo más mínimo a sus vecinos estancieros, pobladores, ganaderos, arroceros, forestales o agricultores.
Quienquiera que diga lo contrario miente o desconoce. La Ley es clara y precisa respecto de los límites del Parque Nacional, y sólo incluye las tierras privadas de las fundaciones de Tompkins, donde no hay pobladores y no vive nadie más que los propios empleados.
Estos empleados, que son correntinos, seguirán teniendo trabajo como personal de Parques Nacionales. Sí, el Parque Nacional será cuidado y dirigido por correntinos. Los paisanos del Iberá, nacidos en el Iberá, serán los guardaparques e Intendente de este nuevo Parque Nacional, a los que se sumarán técnicos y el mejor equipo del país.
El Parque Nacional tendrá cuatro entradas, una por el Norte sobre la Ruta 12, por Cambyretá, que se accede por Ituzaingó y Villa Olivari; otra por San Miguel llegando a San Nicolás, una más por Concepción, que conecta el Iberá con el Parque Nacional Mburucuyá, entrando a Carambola; y la última a través de Colonia Carlos Pellegrini entrando por Rincón del Socorro.
Además, los Tompkins solicitaron que en sus campos de "El Tránsito" y "Estancia Iberá" se conforme una "Reserva Nacional", para que se pueda seguir produciendo ganadería.
Sólo en sus campos, reitero para que no haya confusiones. La Reserva Provincial del Iberá, con sus propietarios privados, seguirá con sus actividades como hasta ahora, nada va a cambiar para ellos.
Se trata una Ley simple, que solamente cede jurisdicción ambiental para que la Nación pueda declararla bajo custodia de la Administración de Parques Nacionales en el marco de la Ley 22.351, incluso más simple de lo que hicimos cuando Pedersen donó sus tierras y se creó el Parque Nacional Mburucuyá.
Para los correntinos este camino hacia un Parque Nacional no es nuevo.
Lo hemos hecho en el año 2001, cuando creamos este Parque Nacional Mburucuyá sobre tierras privadas que fueron donadas a la Nación, tierras privadas que se convirtieron en Parque Nacional y que al día de hoy siguen estando en Mburucuyá.
Todos los mburucuyanos pueden dar testimonio de que nada ha cambiado su correntinidad. Que no han sido afectados campos vecinos. Que conocen el parque, que pueden entrar, pasear y recorrerlo todos los días, más que cuando era una estancia privada, y que hoy lo consideran propio.
¿O alguien piensa que Mburucuyá perdió algo con la donación de esas tierras? ¿O que Mburucuyá perdió correntinidad por tener un Parque Nacional? Nada más auténtico, con las tradiciones bien marcadas y los correntinos orgullosos de lo suyo, su parque.
Estamos haciendo historia señores. Estamos frente a una oportunidad única para la Provincia, que se verá concretada cuando podamos abrir al público las tierras de Tompkins convertidas en el "Parque Nacional Iberá", tierras argentinas, para todos los correntinos y sobre todo para beneficio de los pobladores y vecinos de Concepción, San Miguel, Loreto, Villa Olivari, Ituzaingó, Santo Tomé, Pellegrini, Mercedes, Yofre, Chavarría, Mburucuyá, Virasoro y muchos más.
Con la creación de un nuevo parque nacional Corrientes recuperará tierras que serán para siempre de todos los correntinos, serán orgullo y disfrute de todos nosotros y podremos mostrar que en esta provincia sabemos hacer las cosas bien, pensando en la gente.