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Papelera: el sueño de la industria forestal muy cerca de concretarse

En los próximos días se realizará la presentación oficial de los estudios de factibilidad para la construcción de una fábrica de estas características. La misma fue encomendada a la más prestigiosa consultora mundial de la industria papelera y celulósica. Ñande Ñu entrevistó a los principales referentes del proyecto que prevé una inversión de 700 millones de dólares.

La próxima semana, los inversores que contrataron a la consultora finlandesa Pöyry presentarán los estudios de factibilidad que se realizaron para la construcción de una fábrica de papeles marrones, vulgarmente conocido como "papelera", en el Norte de Corrientes (se prevé que estará entre Ituzaingó y Villa Olivari en el vértice de los dos polos de producción forestal más importante en suelo correntino: Gobernador Virasoro y Santa Rosa). Se trata de la culminación del primer paso en la pretensión de contar con una industria de estas características para el consumo de la inmensa masa forestal de la provincia.

Dos de las caras visibles del ambicioso proyecto son Gustavo Cetrángolo (GC) y Mario Plotz Ferrazzi (MPF), quienes llevan adelante Agroforestal Oberá SRL, una empresa dedicada a la producción primaria de miera o resina de bosques localizados en Corrientes y Misiones. La firma, además, cuenta con una planta industrial en Ituzaingó, en la que produce trementina y colofonia de pino para el mercado local e internacional (ver recuadro).

PARA GUSTAVO CETRÁNGOLO (IZQ.) Y MARIO PLOTZ FERRAZZI (DER) EL PROYECTO ES UN SALTO INDUSTRIAL ENORME PARA CORRIENTES.
PARA GUSTAVO CETRÁNGOLO (IZQ.) Y MARIO PLOTZ FERRAZZI (DER) EL PROYECTO ES UN SALTO INDUSTRIAL ENORME PARA CORRIENTES.

La pretensión es construir una planta que logre unas 350 mil toneladas de papeles marrones por año que utilice como materia prima al pino, principal producción forestal correntina. Para su construcción se necesitaría una inversión de 700 millones de dólares.

Para abastecer a la papelera se necesitarían 1.750.000 toneladas de madera. Traducido significarían unos 71.500 camiones por año (la planta trabajaría las 24 horas durante 350 días, los restantes se los utiliza para mantenimiento de los equipos); es decir, unos 200 camiones por día. La fábrica generaría trabajo para unas 5.500 personas, entre puestos directos e indirectos. Además, sería autosustentable energéticamente.

Unos de los puntos que destacaron es que la idea es formar una empresa con un fuerte contenido local entre los accionistas. Para ello pretenden respaldarse muy fuerte en los productores forestales de la zona no sólo para asegurar la materia prima de la fábrica sino para que al momento de la rentabilidad, los dividendos queden en Corrientes.

La papelera proyectada es de dimensiones importantes pero está muy lejos de una súper fábrica como lo es la planta de UPM (ex BOTNIA) en Uruguay cuya producción alcanza a las 1.200.000 de toneladas.

GC: Tomamos una tendencia distinta. Al analizar una serie de restricciones - que iban desde el conflicto con Uruguay hasta el default y la Ley contra la extranjerización de la tierra - hacía suponer que sería necesario pensar en otro modelo. Los inconvenientes se resolverían con una fábrica mas chica orientada en parte al mercado domestico sin dejar de ser competitiva internacionalmente.

¿Esta fábrica solucionaría el déficit argentino en papeles marrones? 

GC: Argentina produce 90 mil toneladas de papeles marrones para embalaje y necesita importar unas 200 mil toneladas. Además hay una clara tendencia de crecimiento en el consumo más si efectivamente se logra lo que el presidente (Mauricio) Macri pretende de convertir al país en la góndola del mundo. Entonces se necesitará aún más cajas de cartón corrugados o en bolsa de harina o de azúcar.

MPF: Además, los paradigmas cambian. Siempre se hablo de que la rentabilidad estaba en las megafábricas. Pero hoy con el precio del petróleo, el costo del flete influye muchísimo.

GC: Las megafábricas se abastecen de cuencas forestales de 600 kilómetros. Al precio del gasoil hace tremendo a este costo. Por ejemplo, en UPM están muy preocupados por esta variable. Las cuencas pequeñas alrededor de la fabrica son valiosas porque la materia prima está cerca y porque se beneficia también el forestador. Además, si fuera una megafábrica, la misma se abastecería de sus propias plantaciones, sería de capitales extranjeros y las ganancias se irían del país. Esta fábrica está pensada para abastecerse de rollo madera de menos de 18 centímetros para no competir con los aserraderos. La idea es que la distribución de la riqueza quede en la región.

¿La idea, entonces, es trabajar con si se tratase de una cooperativa? 

GC: En la sociedad se incorporaron como accionistas a los forestadores locales. La empresa está pensada para que pueda participar el productor con el compromiso de venta y el dividendo sobre el beneficio que dará la planta. El proyecto prevé una inversión de 700 millones de dólares. No tiene sentido elevarlo a mil millones para generar una base forestal por 300 millones cuando hoy hay disponible unas 350 mil hectáreas en producción. Debe ser un negocio colaborativo en el que esté presentes los productores locales.

MPF: Si bien es una sociedad anónima, el objetivo es un cooperativismo entre los mismos forestadores para que llegado el momento cuenten con una salida para sus productos que hoy no la tienen.

Pöyry es la consultora dedicada al negocio de la celulósica más importante del mundo. Que realice este estudio de factibilidad no es un dato menor… 

GC: Pöyry realizó los estudios para BOTNIA y Bosques del Plata. En todos los proyectos participa total o parcialmente. Y los documentos de esta consultora son aceptados por los inversores, los bancos internacionales y las organizaciones multilaterales de crédito. En general un proyecto de Pöyry, con sus estudios de impacto ambiental y factibilidad económica, tiene un 10% del financiamiento del Banco Mundial.

MPF: Este es un punto muy importante, porque cuando el Banco Mundial realiza la inversión dispara el de los privados y de los bancos que financian los equipamientos. Sin ese documento de Pöyry es imposible.

Tanto productores como industriales destacan el potencial de Corrientes para las inversiones pero critican la falta de infraestructura. ¿Cuántos los afecta? 

MPF: Estimamos que las obras previstas en el plan Belgrano serán de gran ayuda. Deberían priorizar, por ejemplo, una circunvalación en Gobernador Virasoro, el mejoramiento de caminos, puerto, las interconexiones de energía eléctrica y el ramal ferroviario entre Virasoro e Ituzaingo. Ese rol del estado es básico.

¿En cuánto tiempo estiman que la fábrica podría estar funcionando? 

GC: Se necesita un año para las partes técnicas y financieras y las licencias. La construcción estricta demandaría unos dos años. Serían tres años para el arranque o cuatro o cinco en condiciones desfavorables. No todo lo podemos manejar nosotros.

Desde hace mucho tiempo la industria forestal necesita de una fábrica de estas características. ¿Por qué recién ahora? 

MPF: Desde hace cuarenta años el proyecto está dando vueltas pero Argentina no ha pasado por un periodo estable, ya sea político o económico, para que se concrete. Además, el conflicto con BOTNIA nos atrasó 20 años. En Uruguay hay dos pasteras que hoy representan el principal ingreso del país. Es increíble lo que le significan esas dos fábricas… y acá hace cuarenta años nada se hace.

GC: Además, al ver las restricciones en Argentina es seguro que nadie invierte 2.500 millones de dólares. Eso también motivó una fábrica de menor inversión. Si bien 700 millones es un montón (SIC), es más factible.

MPF: Hay mucho dinero y Argentina pasa un momento justo para este nivel de inversiones. Si lo sabemos aprovechar es muy factible tener esta planta en tres o cuatro años.

Los dijeron: la fábrica prevé la nada desestimable cifra de 700 millones de dólares. Ustedes hicieron hincapié en inversión pero también en un fuerte componente local… 

GC: Un proyecto cuando más componente local tenga, mejor. Si no, se trata de un conjunto de dinero que viene de afuera, que luego se va y deja poco acá. Pero no será sólo de inversión local porque 700 millones de dólares no hay acá. Si hay dinero en el fondo de inversores locales, cuando salga la renta quedará acá, en Corrientes, la plata girará acá. O, sino, lo único que dejará es el sueldo y la materia prima. Es importante verlo.

¿Por qué no se dio antes? 

PF: En los últimos doce años era imposible.

GC: En el Gobierno anterior cuando llegamos a altos niveles nos dijeron que había una orden no escrita de que el tema celulósico no se trata, que no avancemos, que no llevásemos más ideas, que no iban a dar el brazo a torcer con Uruguay. Y la Provincia por sí sola no puede resolver el problema.

PF: Este tipo de proyecto indudablemente necesita del acompañamiento del Estado Nacional. En Brasil, el 70% de los capitales de las papeleras son del Banco Nacional del Desarrollo. El apoyo no sólo debe ser en el tema económico – que, quizá lo más fácil de conseguir es el financiamiento -, también debe serlo en lo político, que te respalde en el sector ambiental, que te acompañe en la infraestructura. Si no, es imposible.

¿Ya tienen en carpeta algún capital extranjero interesado?  

GC: Hay un país árabe. Pero cuando se sienten a negociar necesitaremos a un funcionario del gobierno al lado nuestro. Un inversor extranjero al primer lugar que se dirige es a su embajada y pregunta por cómo es Argentina. Luego va al funcionario y después recién entra con el privado. Esa es la lógica de hacer negocio en Occidente.

PF: Somos la cara porque somos los que desarrollamos el proyecto pero detrás hay inversores muy serios. La que pretendíamos era generar el proyecto para que salga, pusimos la pelota en movimiento.

GC: Este es un grupo pequeño con una fuerte convicción del proyecto, que cuenta con conocimiento del sector, de sus actores y de sus necesidades. Sabemos lo que hay que mover para que la rueda gire.

PF: Ya tenemos más de 50 mil hectáreas de personas que se adhirieron al proyecto. ¡Y eso que todavía no hicimos la presentación! Es imprescindible lo que significa un proyecto que lleve desarrollo a la región. Ese es nuestro compromiso.

GC: Y estamos acá. Yo hace 40 años estoy vinculado a la zona. ¿A dónde voy a ir y más en este sector que es muy pequeño? Esto es conversar y estar disponible. Todos saben dónde encontrarnos, van a la fábrica y allí estamos.

¿Qué necesitan del Gobierno correntino? 

PF: En Corrientes, la gente tiene una excelente predisposición. La transparencia que nos demostró el Gobernador (Ricardo Colombi) y sus ministros es lo que nos sostiene. Pero quizá le falte experiencia porque nunca se encaró un proyecto tan grande. Si uno ve los antecedentes de los niveles de inversión, este proyecto representa un número que impacta. La exportación de la provincia de Corrientes ronda los 180 millones de dólares anuales, esta fábrica va a producir 250 millones anuales. Es cierto, no todo irá a exportación pero de alguna forma sustituye importaciones, que sobretodo ingresa desde Brasil, y se producirá con mano de obra e industria correntina.

GC: El Gobernador quiere dar el cambio cultural. Esta será una empresa ancla de modelo de desarrollo regional, en el que se necesita un líder que haga confluir al Estado, las instituciones y que después genere una fuerza expansiva.

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Todo hecho en Argentina

Gustavo Cetrángolo y Mario Plotz Ferrazzi narran orgullosos los detalles de Agroforestal Oberá, la empresa cuya fábrica la radicaron – más allá del nombre de la firma – en Ituzaingó, en el Norte correntino.

Se trata de una empresa forestal dedicada a la producción primaria de miera o resina de bosques localizados en Corrientes y Misiones, integrada a su planta industrial en la que produce trementina y colofonia de pino para el mercado local e internacional.

La firma nació en 2011, en la zona centro de Misiones, con el objetivo de producir miera de pino de los bosques de pequeños y medianos productores forestales.  Posteriormente, en 2013, inició su proyecto industrial que se concreta a mediados del 2014. La fábrica, en Ituzaingó, se encuentra próxima a la cuenca forestal de pino elliotti más grande de Corrientes y de Argentina. Esta planta cuenta con la mejor tecnología y más modernos equipos del país.

A mediados del 2014, Agroforestal incorporó una planta productora de tambores para el envasado de colofonia orientado a la exportación.

Miera o resina de Pino

Es la materia prima de este proceso, la cual se obtiene, a partir de la resinación de pinos elliotti de la región. Es muy valorada por sus propiedades químicas y sus usos asociados, como por ejemplo la producción de barnices, adhesivos y aditivos alimenticios. También es un constituyente habitual de perfumes o incienso.

La industria de transformación de resina deriva en la obtención de productos denominados colofonias modificadas. Durante muchos años la colofonia y la trementina fueron usadas sin procesar en la industria del jabón, el papel y el barniz. Actualmente, la mayor parte de la colofonia se emplea en la obtención de más de 50 tipos de colofonias modificadas con aplicaciones diferentes. Entre los principales usos se destaca la producción de papel, adhesivos, tintas de impresión, compuestos de goma, revestimientos superficiales, barnices, pinturas, esmaltes, soldaduras, fósforos, redes de pesca, confección de flores.

Experiencia positiva

"Cuando comentamos que construiríamos una industria de estas características en Ituzaingó, nos trataron de los locos. 'No van a tener mano de obra'', nos dijeron. La realidad es que comenzamos con chicos que lo único que hacían era arrear vacas pero hoy les puedo confiar una industria química", señaló Plotz Ferrazi.

El industrial comentó que en la fábrica los trabajadores sumaron, además de la experiencia, diferentes capacitaciones. "Antes era muy difícil conseguir un soldador en Ituzaingó. Solo estaban los que quedaron de (la construcción de la represa) Yacyretá. Pero hoy, hay formados varios que pueden soldar acero inoxidable, presión", agregó.

Por su parte, Cetrángolo agregó que la fabricación de la industria la hicieron en su totalidad en Misiones. "No tenemos ni un solo insumo importado. Nada trajimos ni de Europa ni de China. Hasta los tambores los fabricamos en Argentina".

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"Debemos aprender de la experiencia"

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A partir de lo que ocurrió en el conflicto por la instalación de la pastera de BOTNIA (hoy UPM) en Uruguay, frente a Gualeguaychú (Entre Ríos), indudablemente, una de las dificultades más importante que deberán sortear estará relacionada a un posible conflicto ambiental. ¿Cómo analizan superarla? 

PF: El papel es un bien de uso público con un consumo que crece. La tecnología ha cambiado muchísimo, no se puede comparar con las plantas del año 20 instaladas en Misiones. Banco Mundial hoy da financiamiento a tasa 0 para energías renovables. Entonces ¿parece que prestará dinero para una industria que contamine? Hay que sacarse la camiseta del fanatismo y analizar en profundidad cual es el riesgo verdadero que existe. Somos conscientes de que el tema del blanqueo es un problema pero el resto es una cuestión de que vengan, hagan las pruebas y de que todos miremos abiertamente los beneficios, los pro y los contras del proyecto.

GC: No me gusta la palabra contaminación prefiero decir que toda actividad ambiental emite.

Un colectivo que viaja desde Corrientes a Buenos Aires emite. Si lo encierro en un garaje se mueren todos los pasajeros. Pero nada ocurre con su emisión en la ruta. Además, hay una necesidad de viajar.

¿Entienden que cómo se trata de una fábrica que no blanqueará eluden gran pare de los posibles conflictos? 

GC: Es una ventaja fundamental. Pero también hay una segunda: la escala. Se trata de una industria que producirá 350 mil toneladas, no de 1.200.000 (como alcanza UPM), por lo tanto emite cuatro veces menos y, además estará junto a un río (el Paraná) de cuatro veces el caudal del (río) Uruguay.

PF: Además, el río para lo único que se lo utilizará es para refrigerar, no como descarte de producto, no es una cloaca. El 90% del agua que se usará es de refrigeración de caldera o de generación de vapor. Eso te devuelve agua pura, destilada.

¿Qué se necesita en Argentina para evitar futuros conflictos ambientales? 

GC: Un marco regulatorio concreto, sin zona grises. Por otra parte, hablar desde el primer día. Estamos acá, somos los estructuradores de este proyecto, no representamos a nadie más que a nosotros mismos y a los socios fundadores, vamos a negociar con los posibles inversores siempre en función de nuestros intereses y los de la zona.

¿Será una dura batalla? 

GC: No es una batalla, no consideramos que se trate de una guerra. Es una negociación, se dialoga entre personas civilizadas. No podemos ver sólo desde el punto de vista tecnológico sino emocional. Este es un proyecto de responsabilidad social integral, no sólo empresaria.

¿Por qué dice que es un proyecto de responsabilidad social integral? 

GC: Porque involucra a la empresa, a los forestadores y al Estado. Hay responsabilidad social de la empresa porque es necesario lograr el mejor proyecto posible, pensando desde el lado ambiental y que tenga las mejores tecnologías disponibles para no contaminar; de los forestadores porque al tener una cantidad de materiales que hoy no utilizan comercialmente piensen que es mejor que lo vendan a la planta y no que el proyecto tenga su propia forestación; y del Estado para que cuide el medio ambiente, que ponga reglas muy claras y garantice que se las cumplan, que capacite a los profesionales que nos controlen. Y la última responsabilidad la tiene la sociedad misma si pretenden un desarrollo que pueda ser bien manejado ambientalmente, un proyecto como éste cambia la historia de la zona.

¿Cómo evitar los mismos errores que se cometieron en el conflicto por BOTNIA? 

PF: El conflicto de BOTNIA fue fogoneado no por auténticos ambientalistas sino por empresas privadas que tenían muchísimos intereses con tener el puente internacional interrumpido, por políticos que no obtuvieron lo que querían y que después buscaron capitalizarlo con votos. No solo es una cuestión puramente de ecologistas. Hoy la realidad demuestra que la fábrica no emite olores, que el agua sale pura, que los efluentes domiciliarios de Fray Bentos (ciudad en la que está instalada UPM) son depositados en las plantas de tratamientos de la industria. Pero cuando te enfrentas con fundamentalistas es muy complicado dialogar. Su razón de ser es generar el conflicto.

GC: Es necesario tener la mente muy abierta y verlo desde un punto de vista interdisciplinario.  No somos los técnicos y los abogados los únicos que tenemos que resolver esto, hay que mirar con actores que vengan de las humanidades, de lo social. Debemos aprender de la experiencia.

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Cuadro de la situación forestal

Corrientes es uno de los lugares propicios para inversiones en industrias forestales. Se trata de la provincia con mayor superficie de bosques cultivados, unas 500 mil hectáreas, de las cuales el 70% corresponden a pinos, el 29% a eucaliptos y el 1% restante a otras especies.

Tal masa forestal permitiría obtener – de acuerdo a un cálculo grueso – unas 12 millones de toneladas de madera por año. Sin embargo, sólo se consume un volumen que va de tres millones y medio a cuatro millones. Esto es, de cada tres árboles implantados listos para ser industrializados, sólo se corta uno. La razón: no hay fábrica para la transformación de los otros dos. Además, de ese total de producción anual, sólo un 60% se industrializa dentro del suelo correntino. El resto se comercializa a provincias limítrofes como materia prima sin valor agregado, es decir, como rollizo.