La organización no deja de hacer agua en el Carnaval
La polémica no deja de hacer espuma en el carnaval correntino y las miradas críticas vuelven a hacer foco en una pobre organización que no logra remontar la denominada Fiesta de Momo al deseo de los comparseros, que ayer volvieron a manifestar su malestar tras una nueva postergación de la entrega de premios. El evento que primero iba a realizarse en Punta Tacuara y que el sábado sobre la hora se decidió pasarlo a un bar, finalmente se resolvió postergarlo para mañana a las 20 en el club de Regatas. En este contexto de malestar y bronca el intendente Fabián Ríos decide otorgar la continuidad a Fénix Entertaiment Group o buscar alternativas para mejorar el carnaval. Ya pareciera ser una noticia trillada en torno a una organización que no cumple con los mínimos requisitos para ofrecer un carnaval como merece Corrientes. Sin visibilidad a nivel nacional, despoblados desfiles de carnaval, muchas dudas en torno al jurado (sobre todo por un audio que en el último carnaval indignó a muchos en torno a supuestos sobornos), falta de pagos a algunas comparsas (recién finalizadas días atrás) entre tantas otras desprolijidades que sufre la fiesta. Y sumado que ahora la "leche derramada" calienta la indignación de los comparseros en torno a la demorada y menospreciada entrega de premios. Y es que esta obligación por parte de Fénix debería haberse cumplido en el verano pasado y que hasta hoy, dos estaciones después, todavía no logran finalizar con sus obligaciones. "Estamos esperando dar por terminada la edición pero la empresa sigue dando vueltas", expresaron dirigentes del carnaval, quienes días atrás en reunión de Comisión Central Coordinadora de Carnaval (4 C) analizaban las alternativas en torno a la entrega de premios temiendo el pronóstico del tiempo que anuncia desde hace varios días alertas por tormentas en Corrientes.

--- Y al parecer los dichos no se cumplen en el carnaval y "a mal tiempo buena cara", aquí la regla no se cumple porque el malestar es generalizado. Así lo dejaron ver numerosas comparseras que además de tirar a la basura un domingo de producción, mordieron bronca e impotencia por la decisión cuando la mayoría ya estaba prácticamente preparada con la ilusión de celebrar su distinción. Más aún cuando la mayoría debió realizar fuertes inversiones en maquillajes y peluquería para estar a la altura del evento. "Hace dos días que se sabía que llovía. Si suspendés hacelo un día antes o por lo menos a la mañana, no dos horas antes del evento cuando saben que estamos maquillada", expresó una comparsera de Imperio Bahiano en las redes sociales. "Estoy maquillada y peinada, lista para la premiación sin contar que me crucé a Corrientes (desde Resistencia) temprano a maquillarme sin contar el costo que es para nosotras. ¡Gracias por el respeto!", expresó la comparsera "enojadísima y furiosa", como señaló en su cuenta. A esto añadió que "hasta las 11 del mediodía pregunté (a la organización) si se realizaba", explicó a la cual recibió como respuesta "sí o si" y dijo: "Como siempre hay que creer un cuarto de lo que te dicen". Esto es apenas un reflejo de cómo se maneja el carnaval desde los últimos años. Ahora, la empresa organizadora anunció que el martes a las 20 se realizará el acto de premiación a las 20 en el club de Regatas. A todo esto el mal tiempo persistirá mañana y la esperanza de miles de comparseros a la espera de que no se suspenda y puedan celebrar los logros del último carnaval como corresponde.
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La agonía de un rey
Martín Romero Redacción de época
Desde que el rey Momo pisó el flamante Corsódromo Nolo Alías no paró de dar síntomas de una enfermedad que siempre padeció pero que ahora se agravó, la mediocridad en torno a la organización de la máxima celebración de la ciudad, el carnaval correntino. Hay una profunda falta de respeto por los comparseros, quienes además de la desidia y desprolijidades de la organización del carnaval van más allá de esta entrega de premios que debería haberse cumplido en marzo, ni bien finalizó el desfile de carnaval y no ahora en pleno invierno cuando el entusiasmo del verano terminó por congelarse. Y esto es entendible en el marco de que los que manejan la organización del carnaval no son correntinos o al menos quienes toman las decisiones importantes y en este caso son los referentes de Fénix Entertaiment Group desde Buenos Aires. Es al menos inexplicable la extensa demora para el cumplimiento con los ganadores del carnaval 2016, siquiera razonable la falta del cumplimiento que llevó a los funcionarios de la Municipalidad de Corrientes a obligarlos a dar por finalizada la edición 2016 y que hasta hoy no lo logran. Y fue la misma empresa Fénix que auguraba un Carnaval "nunca visto" ni bien Corrientes lograra un espacio fijo y propio allá por 2011.Tras el histórico corte de cinta en 2013, y las esperanzas puestas en una fiesta de esplendor y referencia nacional, terminó siendo un compromiso comercial para grandes firmas y el estado nacional (con el famoso programa Carnaval Federal de la Alegría) en detrimento de un espectáculo que fue en caída. Sin ir más lejos la última edición no logró mostrar una noche de carnaval a tribunas llenas y por el contrario el 80 por ciento de los desfiles se realizaron en promedio a mitad de su capacidad. Pero no es responsabilidad exclusiva de la empresa. También hay complicidad de la Municipalidad que pecó por omisión, que sin controles del cumplimiento de una licitación ni exigencias que permitan mejorar el espectáculo lo hicieron parte de este "Carnaval de cabotaje". También hay complicidad de los dirigentes, que jamás mostraron unidad y en la mayoría de los casos se mostraban hasta conformes con la manera de hacer este carnaval. Es hora de tomar un nuevo rumbo, el carnaval necesita de mayor compromiso para mejorar un carnaval que no convence a nadie. Para dejar de lado las justificaciones y ni conformarse con "lo que hay". El carnaval merece un espectáculo mejor, a tribunas llenas, con excelentes servicios y de proyección nacional. Una fiesta que crezca, se desarrolle y permita ser polo turístico e industrial con un espectáculo que debería generar trabajo durante todo el año. El carnaval es eso y mucho más, no sólo pasión, sino una verdadera identidad cultural. El intendente Fabián Ríos va a tener entre sus manos una difícil decisión, con dos caminos posibles, la fácil la que "acá no pasa nada" y seguir siendo cómplice de un sistema que no se amolda a las exigencias de los comparseros y del público en general. O replantear un proyecto más ambicioso. Es tiempo de decisiones, compromiso y amor por la expresión artística y cultural de los correntinos, el carnaval.