Informe: "Ciclo completo, una estrategia para ganar peso de faena"
Entre 2011 y 2013, Argentina recuperó parcialmente su stock que aumentó de 47,8 millones de cabezas a 51 millones. Esto implica una producción bruta en kilos de carne suficiente para satisfacer la demanda interna – compuesta por 44 millones de personas que consumen entre 60 y 65 kilos per cápita al año –, con un diferencial exportable escaso y el consiguiente desafío de incrementar la eficiencia del sector.

Cómo resolver la eficiencia pone la encrucijada entre aumentar la cantidad de cabezas o el peso del animal a faena. De acuerdo con los técnicos, las posibilidades del país para incrementar el tamaño de los rodeos están acotadas si se tiene en cuenta el avance de la superficie agrícola y el desplazamiento de la actividad pecuaria hacia zonas periféricas.
Aníbal Pordomingo, coordinador del Programa Nacional de Producción Animal del INTA, señaló la importancia de aumentar el peso de faena o tamaño de la res. "Luego de la tasa de procreo que requiere más tiempo para modificarse, es la variable de mayor sensibilidad para mejorar la eficiencia productiva del stock nacional y la rentabilidad de las pequeñas empresas", explicó.

Francisco Santini, especialista del INTA, recomendó la realización de ciclos ganaderos completos o procesos de cría más recría según las posibilidades productivas de la zona. "Esto le da plasticidad al sistema: si hago cría y recría, y se registra una situación ambiental compleja, vendo la recría y me quedo con el capital de hacienda –vacas–", argumentó.
En cambio, "si las condiciones son favorables o hay disponibilidad de alimento a bajo costo, puedo hacer cría, recría y engordar una parte de esa recría", sugirió el especialista.
Para Santini, este tipo de decisiones permitió la emergencia de ciclos completos en el Norte argentino que, gracias a la inclusión de sorgos y subproductos –que enriquecen las dietas pecuarias–, valorizan el grano mediante su conversión en carne.
"La rentabilidad es mucho más estable en un ciclo completo que en cualquiera de los otros; todos los procesos de decisión son complejos, pero siempre es conveniente vender otras categorías productivas y no el capital de hacienda",
[quote] Pordomingo: "Luego de la tasa de procreo que requiere más tiempo para modificarse, es la variable de mayor sensibilidad para mejorar la eficiencia productiva del stock nacional".[/quote]
Planificar la cría
Para los técnicos, la cría involucra la gestación – nueve meses – y la lactancia del ternero – otros seis meses –, hasta que se retira de la madre con unos 180 kilos en promedio. Esta etapa tiene una duración de 180 días que puede reducirse según la modalidad de destete – precoz o hiperprecoz – que se utilice, ya sea como una técnica permanente o por razones productivas adversas.

De igual modo, apuntó que la alteración del desarrollo normal de la lactancia causa un efecto no deseado similar. "Animales con crecimiento retrasado tendrán requerimientos nutricionales diferentes a los animales normales, y tienden a sobre-engrasarse, especialmente si se los somete a dietas concentradas no pastoriles", analizó Paván.
Fortalecer la recría
Santini señaló que "afianzar la recría permite que el animal se desarrolle adecuadamente y gane en músculo y estructura para un mayor crecimiento". Por el contrario, "si el proceso se acelera, el animal tiene exceso de energía, acumula grasa y termina en un peso final de 360-370 kilos, cuando podría prolongarse el período de invernada y obtener un novillo de exportación", agregó.
Para regular la tasa de crecimiento es recomendable ajustar la dieta al potencial genético. "Se busca una ganancia de peso de entre 500 y 600 gramos por día y, aunque depende del biotipo, en general la recría debería finalizar con un novillito de entre 270 y 300 kilos", puntualizó.
Además, la alimentación puede afectar algunas variables de calidad de carne como color de la grasa y sabor. En ese sentido, Paván dijo que "aquellos animales que perciben buenos planos nutricionales durante la recría presentan una mejor distribución de la grasa".
[quote]Santini señaló que "afianzar la recría permite que el animal se desarrolle adecuadamente y gane en músculo y estructura para un mayor crecimiento".[/quote]
Optimizar el engorde
Paván ponderó el nivel de adopción del encierre a corral en los sistemas de producción de base pastoril del país. "Es una herramienta muy útil para lograr los últimos 70-100 kg y los 6-8 mm de espesor de grasa dorsal, necesarios para no comprometer la calidad de la carne, y ayudar a cumplir el requisito del consumidor de tener grasa más blanca", dijo.

Pesos pesados
Muchas veces la producción de novillos pesados encontró resistencia en el sector, debido al supuesto de que registran inconvenientes de terneza, sabor y otros atributos de calidad. De acuerdo con Pordomingo, "en Argentina, este tipo de animal fue discriminado por las preferencias de un consumidor que se inclina por carnes de animales más jóvenes y livianos, aunque frecuentemente incorpora animales de mayor peso y edad sin advertirlo".
Así, destacó la necesidad de realizar un madurado en frío de la carne durante, al menos, una semana en condiciones óptimas de sanidad e higiene. "Sin perjudicar sabor o frescura, esta práctica garantiza terneza y permite introducir animales de mayor peso a la faena al mercado; por no aplicar este proceso, perdemos la posibilidad de producir más kilos de carne con la misma cantidad de animales y de alta calidad", afirmó.
Fuente: INTA Informa
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La atención del parto en rodeos de cría

Para un eficiente aumento e intensificación de la producción en la cadena cárnica, es clave hacer hincapié en los procesos de manejo. La atención del parto es uno de ellos y reviste relevancia, ya que la cría se encuentra dentro de los primeros eslabones de la cadena.
Los resultados reproductivos a nivel nacional no superan el 60% de terneros logrados, por lo tanto, para hacer frente a esta situación, se torna imprescindible trabajar activamente junto a los productores y el personal, apostando a la formación permanente en este tema.
El productor criador tiene en claro que el objetivo de su empresa es producir terneros. Para lo cual sus vacas tendrían que parir uno por año, lo que implica que la capacitación de los operarios rurales, encargados de los rodeos de cría, es fundamental. El adiestramiento deberá ser tenido en cuenta por las gerencias de las empresas ganaderas, porque quienes están diariamente al pie de las vacas tendrán que ser profesionales en su rubro, ya que deben estar en condiciones de tomar decisiones y asumir acciones que lleven a evitar pérdidas innecesarias, las que en su mayoría pueden ser prevenidas.
Los recursos humanos capacitados representarán una diferencia competitiva dentro de las empresas agropecuarias, que demandan personas que se integren y compartan los objetivos fijados. La diferencia estará en aquellos que saben porque y como se hacen las cosas.
En tal sentido, la propuesta de este trabajo es la de proveer una herramienta que facilite el abordaje de aquellos temas que permitan capacitar al personal en el correcto manejo del parto y la atención del ternero recién nacido. Esto posibilitará a las empresas mejorar su eficiencia, minimizando las pérdidas que disminuyen los índices reproductivos de los rodeos durante el parto y posparto.
Luis Rhades, Héctor Enrique Schreyer