El Senado vota en Brasil el juicio político para destituir a Rousseff

El Senado de Brasil se prepara para la histórica votación de hoy que puede suspender por hasta seis meses a la presidenta Dilma Rousseff (68) para someterla a un juicio político (impeachment), tras una jornada surrealista en el Congreso que no logró frenar el proceso.
Las insólitas marchas y contramarchas de aliados y enemigos de Rousseff en la previa dejaron al país una vez más con la boca abierta: en la madrugada de ayer el jefe interino de Diputados, Waldir Maranhao, dio marcha atrás en su decisión de anular la votación en la que 367 de sus colegas decidieron en abril por abrumadora mayoría aprobar un juicio para destituir a la presidenta.
Horas antes, el jefe del Senado, Renan Calheiros, ya había anunciado que ignoraría la sorpresiva anulación y mantendría el plan de votación para hoy miércoles, cuando el pleno del Senado decidirá si somete o no a juicio político a la primera mujer en presidir Brasil y la suspende del cargo por 180 días. Calheiros dijo que la votación comenzará a las 9 de la mañana y quiere terminarla en la misma jornada, aunque en teoría podría durar más de 20 horas y concluir en la madrugada de mañana jueves. La Abogacía General del Estado, que defiende a Rousseff, exigió ayer a la Corte Suprema la "nulidad" del proceso en un manotazo de ahogado que no surtió ningún efecto.
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Rousseff está acusada de cometer un "crimen de responsabilidad" por ocultar déficits del presupuesto en 2014 y 2015 con préstamos de bancos estatales. La mandataria, que asumió el poder en 2011 y debe concluir su mandato a fines de 2018, insiste en que los gobernantes que la precedieron practicaban las mismas maniobras fiscales, que no cometió ningún delito y que es víctima de un "golpe parlamentario".
Sondeos y analistas coinciden en que ya hay votos más que suficientes para iniciar el juicio político a Rousseff, una medida que la apartaría de la presidencia por hasta seis meses, mientras se tramita el proceso y se llega a una sentencia definitiva. Se necesitan 41 votos de un total de 81 senadores para que Dilma abandone el Palacio de Planalto, sede de la presidencia, y aguarde la sentencia final en la residencia oficial.
---[VIDEO] Rousseff tras la aprobación del juicio político: "Me enfrento a un golpe de Estado" https://t.co/jpwj2kEMPBpic.twitter.com/nLyyNbhd7N
— Diario época (@diarioepoca) 18 de abril de 2016
Si es suspendida, el vicepresidente Michel Temer, ex aliado de la mandataria y hoy su mayor enemigo, asumiría el poder de forma interina . Y si Rousseff es finalmente destituida con los votos de dos tercios del Senado, Temer completaría su mandato en 2018. La presidenta, que perdió el apoyo de casi todos los partidos que integraban su coalición de gobierno y tiene apenas un 10% de popularidad, denuncia sin pausa un "golpe frío" en su contra en cada aparición pública.
"Precisamos defender la democracia, luchar contra el golpe, luchar contra todo ese proceso extremadamente irregular", insistió Dilma el lunes, tras enterarse de que el diputado Maranhao había anulado la votación de abril sobre su impeachment.
A menos de tres meses de los Juegos Olímpicos que comienzan el 5 de agosto en Río de Janeiro, Brasil soporta no sólo la batalla por el impeachment, sino también una seria recesión económica y una enorme investigación por corrupción en la estatal Petrobras, que tiene a decenas de políticos y empresarios en la mira.