
La adquisición está destinada para grupos de elite de las fuerzas de seguridad, es lo que asegura el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández. También confirmó la compra de 100 pistolas Taser y que es un proceso iniciado en octubre del año pasado.
En charla con Radio 10 el funcionario dijo que "compramos las pistolas Taser en octubre. Esto nos permite que los grupos de élite empiecen a entrenar. Todavía no sabemos cuándo; no las tenemos todavía. Hay que terminar el proceso pero no estamos muy lejos".
"Iniciamos una licitación, se presentaron diferentes oferentes y uno que en su momento se había presentado como vendedor del Estado en la época macrista nos tomó un pago que se había hecho en aquel momento y eso nos baja considerablemente el costo, ahora falta terminar el proceso", explicó Fernández a INFOBAE.
¿Qué son las taser?
Son dispositivos no letales que transmiten una descarga eléctrica que en su prospecto afirma que "cuando alcanzan al agresor, le provocan hasta 19 contracciones musculares por segundo, inmovilizándolo de manera inmediata, permitiendo su arresto sin poner en riesgo la integridad física de los involucrados".
Y señala que "el individuo jamás pierde el conocimiento, es decir que puede escuchar las órdenes del oficial".
Indica, además, que puede utilizarse de 2 formas: "Disparando sus dardos a una distancia máxima de aproximadamente de 7,5 metros (dependiendo del cartucho)" o "haciendo contacto directo con el agresor".
Debate en puerta
El uso de este dispositivo levanta voces en contra y a favor. Algunos creen que al considerarse no letales pueden ser usadas de forma repetida y abusiva, lo que conlleva a actos de tortura penados por la Ley. Otros afirman que se utilizan bajo protocolos y entrenamiento debido, lo que convierte al taser en una herramienta de utilidad para las fuerzas de seguridad.
"Se recomienda tenerlas y usarlas con los adecuados protocolos, entrenamientos y precauciones, pero son muy importantes porque evitan el uso de armas letales y, además, protegen a los agentes en situaciones en las que podrían verse arrinconados", explicó a ChequeadoDiego Fleitas, investigador de la Asociación de Políticas Públicas, profesor sobre Tendencias Delictivas en la Universidad de Tres de Febrero y ex director de Investigación y Diseño de Políticas de Seguridad del Ministerio de Seguridad nacional durante el gobierno de Cambiemos.
Por otra parte, un informe del Instituto Latinoamericano de Seguridad y Democracia (ILSED), cuyo presidente es el abogado Mariano Ciafardini, cuestiona: "El hecho de considerarlas erróneamente como ‘armas no letales’ puede dar lugar a su uso indiscriminado y en cualquier tipo de contexto, lo que se ha demostrado que involucra un incremento no sólo de los casos de tortura sino también de las muertes de personas incluso desarmadas, implicando graves violaciones a los derechos humanos".