
Columnista
La realidad mata papel
Desde que regresamos a la presencialidad total, post pandemia de COVID nos encontramos con una realidad educativa absolutamente diferente a la que transitábamos.

Desde lo académico, los contenidos perdidos fueron… totales. Sin embargo, el pasaje se hizo igual y los alumnos promocionaron casi dos años sin, realmente, haber aprendido nada.
Pero, eso es harina de otro costal. De responsabilidades compartidas y no aceptadas.
Hay, además, una problemática que no se visibiliza. Quizás por costumbre, quizás porque los alumnos, muchas veces, son los que provocan el problema, quizás porque los padres, en realidad, no conocen el espacio físico en el que sus hijos están cinco horas diarias… o más –dependiendo de la modalidad escolar.
De eso es necesario hablar y mostrar: el espacio físico, la infraestructura y el equipamiento de las escuelas públicas. El lugar donde niños, adolescentes y jóvenes forjan su futuro.
Cuando hablo de escuela pública me refiero a la que es patrimonio del Estado para su mantenimiento y gestión. No incluyo en este grupo a las escuelas confesionales ni privadas.
Ejercí la docencia, en el aula, durante 32 años, en distintos establecimientos escolares, públicos y privados. También fui a cursos, jornadas, encuentros, capacitaciones y a votar en otros diferentes. O sea, conozco muchas escuelas en Corrientes, Capital y en Goya, Corrientes, de todos los niveles educativos.
Hoy, a pocos días del inicio de otro ciclo lectivo –esta vez, bastante anticipado-, los establecimientos educativos públicos, en su gran mayoría, no están en condiciones de recibir a toda la comunidad a full. Los inconvenientes son muchos y el silencio de los directivos… también. ¿Tienen miedo o son cómplices?
Empecemos…
Una colega de una escuela centenaria me comenta que el principal problema que tienen en su lugar de trabajo es la FALTA DE AGUA, que a mitad de la jornada ya sale un hilito y en el turno tarde ya no hay. Además, más del 50% de los ventiladores de techo no funcionan; tuvieron que tomar exámenes en el Salón de Actos porque era el único lugar donde funcionaba el aire acondicionado, en las aulas no enfrían por falta de gas, mantenimiento, roturas no reparadas; la limpieza no empezaba porque la empresa no aparecía, es decir, que, desde el 15/12 hasta hoy no se limpió el edificio y sigue igual…los baños… imposible de ocuparlos, entrar es un desafío al sentido del olfato; el pasto que circunda el edificio, plantas, árboles… un monte de mugre.
Otra colega de otra escuela centenaria me dice que tienen una invasión de palomas, con toda la problemática que implica. Tampoco funcionan ventiladores y aires acondicionados por roturas o falta de mantenimiento. Los baños…rotos, con pérdidas y sucios. La empresa de limpieza no apareció todavía.
Otra colega de otra escuela centenaria me dice que, los problemas que tenían con respecto a baños, ventiladores, aires acondicionados, conexión a internet, falta de bancos, escritorios, puertas y ventanas que no cierran, sigue igual. Ningún tipo de arreglo, limpieza o mantenimiento hasta el día de la fecha. Sí, les avisaron que de dos personas para limpieza van a agregar una más… una… o sea, tres personas para limpiar un edificio de más de una manzana… INCREÍBLE.
Nadie niega que se han construido y se siguen construyendo nuevas escuelas y se han refaccionado las fachadas de muchas otras y se han realizado nuevas instalaciones eléctricas… es cierto. La problemática va más allá de eso y es mucho más importante.
Ni en diciembre, ni en enero, ni en febrero, aún, se ha hecho un relevamiento real de los problemas crónicos de las escuelas y hecho algo para solucionarlos. Todo sigue igual… Falta de agua, falta de bancos y sillas y escritorios, baños deplorables, sin aires acondicionados ni ventiladores, cosas básicas pero muy importantes. Para los alumnos y para el personal de las escuelas.
Gracias por la refacción de las fachadas, gracias por la firma del convenio para mejorar la conectividad, gracias por la inauguración de nuevos edificios. Gracias…
Pero todo eso queda opacado por el malestar de las escuelas que no están siendo arregladas, mantenidas, limpiadas, desmalezadas, reparadas, todas con problemas, conocidos y de larga data.
Con la problemática del chikunguya, no se fumigaron las escuelas.
Si se decidió contratar empresas de limpieza para las escuelas deberían ser el número suficiente de acuerdo al tamaño del establecimiento y la cantidad de personas que circulan por el mismo en todos los turnos. Es insuficiente absolutamente. Los directivos lo han dicho, por escrito y de todas las formas.
En otra escuela no pueden subir las escaleras porque se formaron paneles de abejas o avispas y recién consiguieron que vengan a fumigar la semana que viene. La planta alta inutilizada para tomar exámenes o limpiar o reacondicionar.
Porque, además, las escuelas "per se" no pueden hacer nada. Todo debe ser por nota y con fotos enviados a Infraestructura Escolar, que debe responder a la demanda de TODAS las escuelas de la provincia. No les envidio la tarea ni la función. Les debe arder la oreja todo el día.
Si realmente queremos priorizar a la educación como una política de Estado y empezar a cambiarla, para mejor, desde lo pedagógico, debemos primero brindar un ambiente de trabajo cómodo, amigable, sustentable, acorde a las demandas de la comunidad educativa.
Si, realmente, queremos que la educación sea de calidad, los edificios escolares deben ser bien mantenidos, bien cuidados y considerarlos, como lo que son, la casa del futuro de nuestra provincia.
La casa de la educación
Y, así como cuidamos nuestras propias casas, cuidar la casa de todos y enseñarles a nuestros hijos, nietos, alumnos, padres, tutores, que, también la cuiden porque lo público no es gratis, lo pagamos todos con nuestro trabajo y nuestros impuestos.
No hay ataque, no hay saña, no hay acoso. Sí hay lo que siempre me caracteriza, la verdad y la educación de calidad.

Colaboradora de época