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Silvia Zarza

colaboración

POR LEYES ACORDES A LOS TIEMPOS Y CAMBIOS QUE NOS TOCAN VIVIR

Los jóvenes de cabellera plateada

Con los avances de la ciencia y de la tecnología es un hecho que la expectativa de vida de los seres humanos se prolongó.

Los índices marcan que en nuestro país, actualmente, existe un promedio en la expectativa de vida que varía entre los 72-80 años para los varones y de 78-81 años para las mujeres, teniendo una leve baja entre los años 2020 y 2021, propia de los efectos de la pandemia y las enfermedades colaterales.

Esto nos lleva a plantear los nuevos desafíos, no sólo en Argentina sino en todo el mundo en lo que se da en llamar la economía plateada y la nueva longevidad.

Hace años las mujeres de 60 dejaron de ser las típicas abuelitas de cabellos plateados, anteojos, con agujas de tejer y "reinas de la comida casera", del mismo modo que hace años los hombres de 65 años dejaron de ser los "nonos" que pasan el día leyendo los diarios en las plazas o en el café, tal vez haciendo un tiempo que no llega nunca, para buscar a los nietos del colegio.

Hoy en día hay abuelas que no llegan a 50 años, y mujeres de 60 años que están, tal vez, más activas que nunca, ponen en su agenda diaria la actividad física, vida saludable, sin dejar de lado la vida social y familiar, a la vez que muchas de ellas siguen realizando sus actividades habituales cuando abrazaron alguna profesión independiente o algún negocio familiar.

En igual medida los hombres de 65 años, incluso ya jubilados, por necesidad económica o existencial continúan realizando actividades lucrativas, a la vez que incorporan a sus vidas también el aspecto de actividades físicas, salud, vida social y familiar.

Las redes se ven inundadas de fotos de grupos de hombres y mujeres embarcados en la aventura de nuevos viajes con amigos o familiares, haciendo de sus vidas más plenas y extendiendo la expectativa de vida de la que venimos hablando.

Existen innumerables ejemplos de estos "nuevos jóvenes de cabellera plateada" que deciden seguir formándose, estudiando y aprendiendo nuevas habilidades muy propias del mundo moderno, incluido todo lo referido a la tecnología.

Las grandes empresas comienzan a plantearse la conveniencia de contratar a personas de la tercera edad por la gran experiencia que traen consigo y la estabilidad que no siempre logran encontrar en los jóvenes millennials.

El mercado laboral cambia rápidamente, la evolución tecnológica genera la desaparición de puestos de trabajo, pero al mismo tiempo crea nuevas oportunidades. Esto los impulsa a reinventarse a mediana edad, abandonando el concepto de formación en la etapa inicial de la vida y dando lugar al concepto de "aprendizaje continuo".

Por otra parte, el mundo ha cambiado tanto los paradigmas existentes durante miles y miles de años, que en las últimas décadas se registran mucho menos nacimientos, incluso se estima que, dentro de solo escasos 15 años, habrá menos chicos menores de 10 años y adultos mayores de 60 años.

Elon Musk publicó en su cuenta de Twitter, a fines de septiembre del 2022, una alarmante advertencia: "El colapso de la población debido a la baja tasa de nacimientos representa para la civilización un riesgo mayor que el calentamiento global".

Esto significa que la seguridad social construida sobre el principio de solidaridad entre los aportes de los activos para sostener los pasivos existentes y los nuevos pasivos que ya viene siendo muy poco sustentable, a la vez que viene poniendo en jaque al sistema, tendrá que ser revisada y reformada de manera integral de acuerdo a estos movimientos que viene presentando la humanidad actual.

Es imposible pensar hoy, y mucho menos en un mañana , en un sistema como el vigente, razón por la cual, si bien una nueva moratoria previsional podría mitigar los efectos de no dejar a casi un millar de personas fuera del sistema, el camino indefectiblemente debe ser el de una reforma integral para que la seguridad social sea sustentable y permita realmente cubrir con las necesidades básicas del adulto mayor, a fin de que, como manda la Constitución Nacional, pueda tener una vida digna en el camino hacia el último tramo de la vida.

En la actualidad y a partir del 1 de enero de este incipiente año 2023, perdió vigencia la última moratoria que estaba permitiendo acceder a la jubilación a las mujeres. La de los hombres sigue vigente, pero tiene una cobertura muy parcial y con suficientes obstáculos, de modo que acceder a la misma, suele ser algo muy parecido a la suerte de quien obtiene el mayor premio de lotería.

El panorama actual es bastante sombrío para muchos hombres y mujeres, cientos de miles de ellos, una vez jubilados se ven obligados a continuar trabajando para poder solventar sus propios gastos, lamentablemente son menos los casos, que, al menos en nuestro país, que lo hacen porque sienten la necesidad espiritual de realización personal, generalmente es por necesidad, esa que se asocia a las necesidades básicas, alimentos, vestidos, vivienda, remedios, entre otros.

Este panorama tiene una tendencia natural a agravarse, dado que cada vez son menos los aportantes activos al sistema previsional.

Existen innumerables empresas tecnológicas aquí y en el mundo, sin una residencia conocida, dirigidas por aplicaciones de teléfonos, con empleados informales, independientes, FreeLancer, monotributistas.

Cada vez menos población en edad de aportar, cada vez menos trabajadores incluidos al sistema, cada vez más personas en edad de acceder a la jubilación, hacen que en su gran mayoría terminen recibiendo una jubilación "estandarizada" en la menor que otorga el Estado.

Esa jubilación mínima a la que muchos, sobre todo los profesionales no quieren acceder después de tantos años de trabajo, les llevar a contratar "privadamente" una jubilación extra, para equilibrar a un estándar de vida acorde con la que llevan en la vida actual y veladamente conviven los dos sistemas o tipos de retiros, el público vigente según la Ley 24.241 y que también contemplaba un régimen de jubilación privada pero que en el año 2008 por la Ley 26.425 expresamente derogada.

Este último sistema de jubilación privada, en su momento administradas por las AFJP (Administradora de Fondos de Jubilaciones y Pensiones), con los errores de sistema, dado que nunca funcionó a favor del afiliado, tenía la ventaja de ser supervisada por el Estado.

En la actualidad, el sistema privado, no está regido por la ley de jubilaciones, generalmente son sistemas de retiro que, previo ahorro del beneficiario, por 30 años, podrá programar, según los ahorros, retiros mensuales o total de la renta obtenida.

Sin embargo, el problema que se presenta es que esa gran cantidad de empresas o compañías de seguros que ofrecen este servicio de retiros o jubilaciones privadas no tienen el control del Estado.

El Congreso Nacional, actual o el que se renueve a partir del año electoral que nos tocará transcurrir, tendrá bajo su responsabilidad legislar sobre todos estos nuevos desafíos a los fines de regirnos por leyes acorde a los tiempos y cambios que nos toca vivir.

(*) Abogada, egresada de la UNNE. Directora de Zarza & Asociados.