Que no cunda el pánico, pero…
Hoy es el "Día D" para saber a ciencia cierta qué sucederá con Lo Celso. Por ahora, lo que se ve es que está más lejos que cerca de Qatar, y en la lista de reemplazantes no hay uno de sus características para ser el socio ideal de Messi.
Por inquietante que sea, la lesión de Giovani Lo Celso y su eventual ausencia en Qatar está lejos de justificar reacciones en clave de apocalipsis que desencadenarían en inevitables desdichas para la selección argentina.
En primer lugar, está por verse si la afección que padece el mediocampista del Villarreal es, en rigor, de una gravedad sin retorno. Al respecto habrá mayores precisiones hoy.
Pero aunque así fuera, aunque Lo Celso pasara a engrosar la creciente lista de grandes futbolistas cuyas lesiones los marginarán del Mundial, la consabida solidaridad con el propio futbolista y el dolor de cabeza para Lionel Scaloni no deberían suponer la estación terminal de nada. O, en todo caso, con el debido respeto, sería mayor fuente de desánimo para Lo Celso que para la Selección propiamente dicha.
No se trata, desde luego, de la ingratitud de bajar el precio de la entidad del zurdo rosarino, cuya evolución ha sido meteórica, palpable y significativa.
Lo Celso transitó con altas notas el pasaje del jugador igual de hábil que víctima del síndrome de la corriente alterna al mediocampista dinámico, cerebral, perspicaz y ejecutor de decisiones de mayor calidad y cada vez más frecuentes.
Ni qué decir de su evidente mutación en el interlocutor más cooperador y sagaz que ha dispuesto Lionel Messi en mucho, pero muchísimo tiempo en la Selección.
De hecho, advertido de los problemas que podría causar la ausencia de Lo Celso en el Mundial, sin esquivar la consideración adecuada, el mismísimo entrenador Lionel Scaloni no hesitó en admitir que carece en el plantel de otro futbolísticas de esas características.
Postulantes a sustituir a Lo Celso hay varios. Similares, ninguno. La pegada de Alexis MacAllister, la cerebración de Exequiel Palacios, la dinámica de Enzo Fernández, la pimienta de "Papu" Gómez, en fin.
Ahora vayamos a la parte más antipática del asunto, pero también la más inevitable. Sellada la certeza de lo sensible que sería la ausencia de Lo Celso, como socio de Messi y como engranaje clave en el funcionamiento de la Selección, tampoco parece sensato, ni de lejos, deducir que el destino de Argentina en el Mundial esté ligado a lo que haga o deje de hacer Lo Celso.
Para que sea dicho de una vez: la Selección dispone de dos, de solamente dos jugadores irremplazables: uno, va de suyo, es Lionel Messi. Y el otro es el equivalente a media defensa: Cuti Romero. Un tercero podría ser, y habría que analizar la hipótesis en detalle, Lautaro Martínez. Todos los demás, absolutamente todos los demás, son piezas intercambiables.
Martínez Quarta con un golpe en el tobillo
El defensor Lucas Martínez Quarta aumentó ayer la preocupación del cuerpo técnico de la Selección argentina, a dos semanas del inicio del Mundial de Qatar 2022, al ser reemplazado en la Fiorentina luego de sufrir un duro golpe en un tobillo.
Martínez Quarta fue víctima de un planchazo del francés Mehdi Leris y tuvo que ser atendido por los médicos, tras quedar tendido en el campo de juego.
El marcador central pudo continuar en el encuentro los minutos siguientes, hasta que en el entretiempo le dejó su lugar al brasileño Igor Julio a raíz de la molestia.
Fiorentina, que se impuso sobre Sampdoria por 2-0 como visitante en la continuidad de la decimotercera fecha de la Serie A del fútbol italiano, deberá determinar la gravedad del golpe y si existe una lesión en el tobillo de Martínez Quarta, a pocos días del comienzo de la Copa del Mundo, que complique su participación.
El defensor pelea por un lugar en la lista definitiva del entrenador Lionel Scaloni para Qatar, por lo que deberá encontrarse al 100 por ciento físicamente para formar parte de la nómina que viajará al Mundial.