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EN ITALIA

Una monja indignada interrumpió el beso entre dos mujeres en plena calle: "Es el diablo"

Dos modelos estaban posando para un editorial para una revista y tuvieron que besarse. Mientras lo hacían, una monja con un gran enfado detuvo la escena y su actitud se ha hecho viral.

La modelo y actriz Serena de Ferrari compartió en su perfil de Instagram un video que no tardó en viralizarse. La joven estaba posando para un editorial de la revista italiana 'Not Yet Mag' junto a la actriz Kyshan Wilson. Para una de las fotos, las dos protagonistas tenían que besarse en plena calle.

Mientras transcurría la escena y el fotógrafo captaba las imágenes, otra mujer decidió intervenir por lo que estaba viendo. Era una monja que, visiblemente indignada, separó a las dos modelos y empezó a increpar a los presentes. Su actuación provocó la risa de de Serena de Ferrari y Kyshan Wilson. La religiosa preguntó airadamente qué estaban haciendo, relacionó sus actos con el diablo e, incluso, se santiguó ante el equipo de la citada publicación.

Uno de los trabajadores de la revista captó todo lo sucedido en vídeo y las imágenes no han tardado en hacerse virales.Serena de Ferrari decidió además compartir las secuencias en su perfil personal de Instagram con el texto: "Dios no quiere a los LGTB". La publicación obtuvo miles de comentarios y llamó la atención de otras jóvenes celebridades italianas, como la actriz Jenny De Nucci, que mostraron su indignación y bromearon con lo sucedido.

Por otro lado, diversos medios, como la edición italiana de la revista 'Rolling Stone' o 'Vanity Fair', se hiceron eco de este post.

Hecho similiar

En Mendoza ocurrió un hecho parecido, cuando la dueña de un boliche realizó una denuncia ante la Justicia afirmando que "cinco mujeres y un hombre se colocaron con las manos en alto y comenzaron a hacer gestos, rezos y oraciones".

"Según el relato de mis vecinos, con los que convivimos a las mil maravillas, esta gente gritaba ‘Dios, salva a los jóvenes del infierno de la homosexualidad’, mientras tiraban un líquido contra la pared. Estuvieron un rato, y se fueron. Las cámaras de seguridad tomaron todo", indicó la mujer, cuyo boliche LGBTIQ+ se convirtió en un clásico de la ciudad.