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Pena en suspenso para agente policial por homicidio de "Betito"

"BETITO" FRANCO TENÍA 20 AÑOS.

Rubén Osvaldo "Betito" Franco murió tras sufrir un golpe mortal por parte del sargento de policía José Miño en septiembre de 2017, cuando salió de una fiesta de cumpleaños en el Club San Lorenzo, de la localidad correntina de Mercedes.

El Tribunal Oral Penal condenó a Miño a tres años de prisión efectiva por el delito de "homicidio preterintencional y abuso de autoridad en concurso ideal".

Sin embargo, el Superior Tribunal de Justicia (STJ) hizo lugar al recurso de casación y cambió la pena efectiva por prisión en suspenso.

Explicó al respecto que "el Homicidio Preterintencional se produce cuando hay un desbordamiento de las intenciones del causante en las que primitivamente quiso ejercer daño, pero que desafortunadamente resultó matando a su víctima".

Por otra parte, el STJ también hizo lugar al recurso presentado por el Estado Provincial que se quejó de la indemnización que debe abonar como responsable solidario a la madre de la víctima.

"Que el pago del monto indemnizatorio se practique de conformidad a las previsiones de la Ley N°5.689, y no en el término de diez días como había decidido el Tribunal de Juicio".

El Superior Tribunal de Justicia que decidió sobre estos dos recursos estuvo formado por Eduardo Rey Vázquez, como presidente, y los doctores Eduardo Panseri, Fernando Niz, Horacio Semhan y Alejandro Chaín, como vocales.

Vale recordar que "Betito" Franco, de 20 años, según el resultado de la autopsia, falleció por traumatismo de cráneo encefálico al ser golpeado por un objeto romo y duro. Eso le produjo la muerte directamente por hemorragia ventricular y edema cerebral.

Esa noche, como se pudo probar en el juicio, ingresó alcoholizado a un cumpleaños de quince en el Club, en el cual continúo bebiendo. Post mortem, se constató una concentración de alcohol de 4,39 g/l en orina.

En un momento de la celebración, el joven reaccionó violentamente y arrojó bebidas que se encontraban sobre una mesa, conducta ante la cual el tío de la cumpleañera pidió al personal policial, compuesto por dos personas, una de ellas el condenado, que lo retiraran de la fiesta.

El efectivo discutió con el joven, quien deseaba volver a ingresar. Lo golpeó y, sin que el joven opusiera resistencia alguna y por su estado de ebriedad, cayó golpeándose la cabeza contra el piso y murió.