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Rubén Orlando Giménez

Redacción de época

NO HUBO PENA Y OLVIDO EN EL ANFITEATRO

"Chingoli" y Mario Bofill desataron un tsunami de adrenalina y emoción

Hijo y padre se despidieron entonando la decepción del musiquero por la "linda guayna que buscó trabajo en la capital..." en una actuación que conjugó nostalgia y el anuncio de que el loretano "nunca se retiró".

"CHINGOLI", MARIO Y EL HISTÓRICO CONJUNTO QUE RECORRE CAMINOS DE RENOVACIÓN GENERACIONAL

El noveno abrazo que enchamiga no fue una noche más. Hubo mucha emoción y alegría por volver a ver a Mario Bofill sobre el Osvaldo Sosa Cordero, con el plus de escuchar al poeta chamán Julio Cáceres rendirle homenaje en forma de soneto; por todo el aporte a la historia chamamecera que hace el loretano, no sólo con sus canciones, sino también con la herencia de un hijo músico.

La emoción estuvo a flor de piel, tanto en la actuación de "Chingoli" Bofill y los músicos que siempre acompañaron al padre. Se llegó al éxtasis cuando Marito ingresó al escenario por uno de los accesos laterales, a la antigua, con unas cuantas hojas en la traía el recordatorio de los temas que interpretaría y comenzaría la ovación del público que se emocionó hasta las lágrimas.

Tener dos números consecutivos con primeras figuras en la misma jornada es un hecho poco habitual, Mario Bofill y Julio Cáceres son dos marcas registradas del universo chamamecero con reconocimiento nacional e internacional, pero el tablado del anfiteatro demostró que puede aguantar todo ese peso artístico.

La postal de Julio recitando su soneto a Marito fue el corolario de una performance que inició con "Chingoli" Bofill tecleando el rítmico y bailable "Gaucho alzado" que rememora el regreso de un correntino al que le fue mal en buenos Aires.

De inmediato se pasó a un clásico de todos los tiempos como "Mi Corrientes porá", para luego volver a una composición del padre que es un anhelo de buena vida con "La juventud y el chamamé".

Después fue todo emoción cuando "Chingoli" pulsó los primeros acordes de un tema que atraviesa el sentimiento generacional, ya que Mario Bofill ingreso por las bambalinas situadas a la derecha del público y la ovación no se hizo de rogar cuando casi recitando entonó "Recuerdo que llegaba con mis padres…" el primero de los versos de ese himno de los universitarios de varias generaciones que es "Estudiante del interior".

De ahí en más todo fue adrenalina y reconocimiento por parte del público a modo de hinchada futbolera, y allí Mario destacó que "hace tanto tiempo que no nos vemos, que vamos a un chamamecito a dúo con este que está empezando". Los músicos iniciaron los acordes de "Chamamé de los Esteros", que cuenta la vida del mencho de campo, su vida con la familia, 15 hijos y sus problemas de relación con las fiestas patronales y su negativa a dejar el solar donde pasa su vida.

A partir de ese instante Bofill padre se hizo dueño del espectáculo y la multitud reunida en el anfiteatro para ser testigo de la participación estalló en sapukái, cuando entonó los primeros versos de "El carau" con "Amigos y camaradas…".

A esa altura la concurrencia ya estaba desatada y la emoción hizo olvidar las prevenciones porque todo era ovación y ese pedido de "otra, otra…" ensordecedor y los Bofill iniciaron con otro clásico como "Requecho" ese mencho que asegura "la vida da muchas vueltas y en cada vuelta un amooor…".

Cuando la presentadora Silvia Ferreira entró para anunciar que el tiempo pactado de actuación llegaba a su fin y pidió "la yapa de un tema más"; desde todo el anfiteatro reclamaban más y desde la primera fila el gobernador Gustavo Valdés con señas, le puso el número dos, y la locutora anunció: "dos temas más…".

Allí, Bofill empezó a cantar ese recuerdo del desarraigo que es "Oh che gente cuera", que cuenta la historia de tantos correntinos que terminaron con sus destinos en Buenos Aires o más al Sur.

Cuando el presentador Raúl Torres ingresó para anunciar el último tema, "Chingoli" agradeció "el aguante que nos hacen quienes siempre nos quieren", y anunció que "hay Mario Bofill para rato y esperamos novedades para nuevos encuentros porque nadie dijo que se retiró" y comenzaron tal vez el tema más ovacionado "Pena y olvido".

Bailarina

Micalea Segovia Baldi, integrante del Ballet Oficial de la Fiesta, le puso su estilizado baile a ese golpe a la nostalgia que es "Estudiante del interior"