Soriano Sosa compartió su espíritu imaguaré

Como es habitual, el músico y compositor Soriano Sosa volvió a reivindicar la identidad chamamecera con un espectáculo que logró cautivar al público, al punto de la ovación de la escasa platea que tuvo la noche inaugural. Fue uno de los pocos artistas que recibió la bendición del "bis", poca en esta edición debido al ajustado tiempo de grilla.
Con una imagen de hombre impecable y de traje, Soriano Sosa siempre logra desanudar el sentir chamamecero del público con canciones que se apropian del sentimiento popular, algo que ya se volvió costumbre en sus presentaciones. Mezcla de canciones y versos, tanto en su guitarra como en su voz se anidan de la expresión tradicional del chamamé, y que a muchos les trae el recuerdo de cuando integraba la formación de Los de Imaguaré, una de las mejores que tuvo el grupo en su larga historia.
"Estoy agradecido por ser parte de esta fiesta. Quiero agradecer y felicitar a la organización por lograr esta maravillosa fiesta", expresó Soriano. Su espectáculo comenzó con el poema "Nuestro Canto" del padre Julián Zini, sumándose así a los homenajes al compositor religioso. Con muy poco tiempo en escena compartió otro clásico "Avío del alma" que alcanzó para conquistar al público que eufóricos solicitaron el "bis". Con el "guiño" de los organizadores el músico logró dar una estaqueada de emociones con otro clásico "Compadre que tiene el vino", también de Zini, inundando de sapucay la plaza cocomarolera.
Mario Prieto Linares
Otro de los momentos destacados fue la presentación de Mario Prieto Linares que, acompañado de jóvenes músicos, logró desatar sentimientos y emociones en cada uno de sus cantos. "De cuando el río canta", "Como allá en mi pueblo" o "Sarandí de los recuerdos" fueron los temas que alcanzaron para que el público disfrute de uno de los artistas que mejor interpreta al genero, además de su destacada composición, artista que debía haber tenido más tiempo de escenario.