Historia y tradición con los Patricios y Cazadores
La actuación conjunta de la Orquesta Sinfónica del Regimiento Patricios y la Banda de la Policía de la Provincia de Corrientes fue uno de los pasajes emotivos de la primera jornada.

Virtuosismo y emoción fue el resultado del ensamble entre la Orquesta Sinfónica del Regimiento Patricios y la Banda de Música Cazadores Correntinos de la Policía de la Provincia de Corrientes, que no desentonaron con los otros habitués en el anfiteatro Cocomarola como Amandayé, Juancito Güenaga y su conjunto, Coquimarola, Nendivei y demás grupos que completaron la grilla de participantes en la primera noche de la 31ª Fiesta Nacional de Chamamé.

Historia, arte e integración nacional se vio en el escenario cuando los músicos castrenses subieron al escenario Osvaldo Sosa Cordero para interpretar un variado repertorio chamamecero con "Canción para Carito", "Puerto Tirol", "Guapo Cunumí", "Sobredosis de chamamé", "Kilómetro 11" y cerró en medio de una ovación con la "Marcha de Las Malvinas".

El director de la orquesta sinfónica del Regimiento Patricio, Daniel Moreno, explicó que hubo una propuesta desde el Gobierno de la Provincia para sumar la experiencia musical militar a la Fiesta Nacional del Chamamé, que obtuvo el premio de campeona mundial de bandas militares en 2018 en un concurso realizado en Alemania.

La propuesta conjunta del Instituto de Cultura y del Ministerio de Seguridad de la Provincia se hizo en oportunidad de un viaje del entonces titular de la cartera, Juan José López Desimoni, fue aceptada por las autoridades militares y ese fue el resultado de la actuación de anoche.
Sin lugar a dudas, el ensamble con la banda de la Policía de la Provincia tiene un motivo histórico, ya que los Cazadores Correntinos fueron parte de esa unidad en las batallas que rechazaron las invasiones inglesas en la primera década del siglo XIX, tal como lo explicó Moreno.

Vale destacar que los conjuntos de Coquimarola y Juancito Güenaga son clásicos animadores de la celebración correntina y volver tras la suspensión forzada de la pandemia fue una experiencia gratificante, en las cuales ambos hicieron valer esa rica tradición chamamecera que suma kilómetros en Argentina y países vecinos.
Cada uno con impronta, ya que representan estilos diferentes de interpretar la música correntina. Coquimarola es heredero de la tradición norteña del chamamé cangüí y romántico, en tanto que Güenaga se presenta a sí mismo como "El Cultor del Chamamé" de estirpe tarragosera del Sur provincial, que despierta la emoción de los bailarines de punta y taco en cada lugar en el que se presentan con "Galleta Collera", "Remigton Colí", "Villa Guillermina", entre otros.
También se hizo presente Amandayé, que hizo un recorrido por las interpretaciones que son clásicas para ellos como "Reflejo del río", "Por dónde andarás" y le agregaron el muy aplaudido "Conjunto pena y olvido", de Mario Boffil, un homenaje a Cocomarola con un enganchado de temas como Bañado Norte entre otros.
Asimismo fue destacable la actuación de Nendivei por una presentación innovadora con instrumentación potente con reminiscencias de festivales rockeros para clásicos como "Retorno", "Tu pañuelo", para cerrar con un popurrí de polcas paraguayas como "Paloma Blanca", "Galopera", "Malvita", "Paraguaya Hermosa", entre otros.
No fueron todos los que subieron al escenario en la primera noche, hay numerosos artistas que completaron la jornada, ya casi llegando al amanecer.