La vergüenza los debería llevar a renunciar a los cargos que tienen
Bochorno con trascendencia nacional es lo que ofrece hoy nuestro fútbol. Lamentable, lejos quedamos de aquellos tiempos en que Corrientes aparecía en los noticieros por sus logros. De nada sirvió todo lo que se hizo antes. Momento de barajar y dar de nuevo.

La misma historia, los mismos protagonistas, el mismo final. Cómo puede ser esto, cómo puede ser que se siga apañando a gente como esta que nada bien le hacen al ya alicaído fútbol nuestro de cada día, a ese que de no ser por el espacio que los medios le brindamos, todavía, ni se enterarían de que hay una competencia y sólo tendría trascendencia cuando suceden cosas como las que se dieron el domingo en el estadio de Huracán Corrientes, el escenario elegido para "la gran final" que coronaría a los campeones de una y otra categoría.
Pero los mismos protagonistas de siempre se encargaron que lo que era "la gran fiesta" terminase siendo una noticia policial que deportiva. Y por eso hoy pedimos, pido, como un defensor más del fútbol nuestro, que sea la Dirección de Deportes de la Provincia, donde hay un hombre muy ligado al fútbol, y que porque lo conozco sé que con lo sucedido el domingo en Huracán, nada feliz debe estar. Considero que hasta el mismo Gobierno de la provincia debería aplicarle una sanción ejemplificadora, y qué mejor sanción ejemplificadora para semejante papelón sería la de retirarle todos los subsidios que temporada tras temporada la Liga y sus clubes reciben. Ya no debe haber más ayuda para levantar el muro que se cayó, si aquel club afectado no tiene los recursos para hacerlo que cierre sus puertas y se dediquen a "vender ballenitas".
No puede ser que otra final se vea empañada por los mismos vándalos de siempre, no son muchos y son conocidos.
Porque otra vez fueron los mismos que en la final de 2019, en ese mismo escenario, fueron los incitadores de una situación similar, ensuciando lo que era una fiesta, irregular por cómo se dio la temporada, pero la avidez del hincha por ver a su equipo campeón llevó a que se viviera de esa manera.
Todos los que se llegaron al estadio de Huracán tenían la ilusión de ver a su equipo coronar una temporada con el título y festejarlo como debe ser, pero eso no pudo ser, porque los mismos protagonistas de aquella final 2019, se encargaron que esto no suceda y la fiesta se transforme en una batalla campal. Son los que se mueven y sobreviven de la mano de quienes manejan la Liga Correntina de Fútbol. Sabemos, quienes estamos algo cerca del fútbol nuestro de cada día, de quienes se tratan y son los que le dan de comer a estas alimañas, que lo único que hacen es destruir más algo que alguna vez llevó a Corrientes al reconocimiento nacional; pero por supuesto, eran otros tiempos, eran dirigentes, no aprovechadores de la situación.
Muchos dirán da nombres, lo haré ante quien corresponda, pero no hace falta ser muy ducho para darse cuenta a quiénes me refiero, son los mismos que llevan años enquistados con distintos cargos en la Liga y hoy con el poder de la presidencia: "más claro echale agua". Son ellos los que avalan todo esto, los que quieren que sigamos torneos mediocres a los que nadie va a ver, los que apadrinan a gente que no es la primera vez que está presente en una situación como esta, porque lo vienen haciendo reiteradamente. No hace mucho, tal vez, quizás, un mes atrás, en un partido del torneo Regional ante el otro representante capitalino, no golpeó a nadie porque a tiempo estuvieron quienes lo contuvieron. Y lo más triste es que su actitud de pandillero, de peleador callejero, esa que demostraba en sus tiempos de jugador hoy la sostiene cuando fue honrado para que dirija un equipo que jugó el torneo de la cuarta categoría del fútbol argentino.
Y quién lo designó fue el mismo que en La Rioja, representando a Corrientes en una cumbre de dirigentes del fútbol argentino junto con los mandamás de AFA, pidió una invitación/licencia para que su club tenga un lugar por los próximos 3 años en el torneo Regional, algo similar a la que recibieron Huracán de Goya y Victoria de Curuzú Cuatiá, y cuando vio que ello no era viable, se decidió que sea su club y Alianza quienes obtengan las dos plazas que están reservadas para la Liga por parte del Consejo Federal sin que el torneo local aún tenga un campeon.
Era lo que correspondía y que en definitiva fue lo que se debió resolver el último domingo.
Es el "padre de la criatura" y el "chancho muchas veces no tiene la culpa, sino quien le da de comer", entonces pasa a ser un idiota útil. Son los mismos que con amenazas intentan callar a colegas por contar verdades.
Puedo decir que a ninguno de estos "señores" les temo, llevo más de 40 años en la profesión y no es la primera vez que cuestiono el funcionamiento de la Liga y de quienes la manejan, me conocen, me ven en la cancha.
Pido la intervención de una persona a la cual respeto, no sólo por el cargo que ocupa, sino porque lo conozco de antes y sé que también quiere lo mejor para nuestro fútbol, como lo es el director de Deportes de la Provincia, Jorge Terrile. Que intervenga en la búsqueda de una solución a todos los problemas que tiene nuestro fútbol de cada día. Basta de subsidios a estos que no hacen nada por mejorar nuestro fútbol, por el contrario, lo están llevando a su muerte. Señor Terrile, usted también fue parte de esta Liga y un hombre muy relacionado al fútbol, por favor póngale coto a la situación. Usted y el mismo Gobierno de la provincia deben comprender que espectáculos como este, que ayer tuvo trascendencia nacional por un canal de televisión, mostrando al país el bochornoso espectáculo que se vivió en Huracán.
Entonces, no sigamos dando de comer a quienes no se lo merecen. Si la pelota se tiene que parar por un tiempo hasta que las cosas se pongan en orden, que así sea, esto no puede continuar así, son ustedes los que pueden tener la palabra ante una situación como la que está viviendo nuestro fútbol.
Para terminar, tengo que decirles, que por vergüenza toda la meza directiva de la Liga debería renunciar, dejar acéfala y hacer un llamado a elecciones a donde se presente gente que comprometa con su patrimonio trabajar por el bien de nuestro fútbol. Veremos cuantos se animan a ocupar el lugar de calienta sillas que tienen y que lo único que saben hacer es levantar la mano apoyando las decisiones que llegan.