El "Duende" Ibarra retuvo su título

El correntino Ariel "Duende" Ibarra coronó un vibrante espectáculo en una nueva edición de La Batalla del Puente, que se desarrolló el sábado pasado en el club Córdoba de la ciudad de Corrientes, derribando a su rival salteño con una lluvia de golpes que lo dejó tendido en la lona por varios minutos.
Fue la pelea de fondo de este evento que siempre ofrece duelos de alto nivel en las modalidades de artes marciales mixtas (MMA) y Kickboxing y que en esta oportunidad brindó un show con 15 enfrentamientos dentro de la jaula y tribunas llenas de aficionados que las presenciaron a pura adrenalina.
Luego de dos años sin este evento por la pandemia, que ya es marca registrada en Corrientes hace varios años, este sábado los amantes de los deportes de contacto tuvieron la oportunidad de volver a vivir la pasión de la lucha cuerpo a cuerpo con una cartelera de 15 peleas y la última de la noche fue la del "Duende", defendiendo el título de campeón que hace 24 meses recuperó en este mismo escenario. Esta vez, el retador fue el experimentado luchador salteño Daniel "El Demonio" Guerra.
"Fue una pelea muy dura con un rival áspero, rudo, que viene del taekwondo y es muy experimentado en el kick boxing y MMA", reconoció Ibarra. "Yo sabía que iba a ser una pelea muy difícil, pero no imposible", agregó. No obstante, el correntino tricampeón mundial de taekwondo y también exitoso en el kickboxing y MMA, ya se había mostrado antes muy optimista ante este enfrentamiento. "Yo había dicho que iba a ganar por nocaut y se dio así", se jactó.
"Vino de Salta a querer llevarse lo que es mío, mi título, y me siento super feliz y contento de haber ganado una vez más como local en mi provincia, Corrientes, con todo mi público, alumnos, familia, amigos y conocidos", expresó emocionado Ibarra agradeciendo a todos por el apoyo que le brindaron para esta defensa del título de campeón de la Batalla del Puente.
Sobre este evento, consideró que este sábado "superó todas las expectativas que teníamos, ya que el estadio estuvo repleto. Se vivió muy intensamente todas las peleas, la gente acompañó y vibró con cada golpe, cada lance y cada patada".
Así, Ibarra entendió que el club Córdoba "se convirtió en un Coliseo, fue magnífico disfrutar esto y de esta manera".