Tragedia: "La plata está manchada por la sangre de los obreros"
Rosa Urbina no aceptará indemnización. Aseguró que la vida de las personas no tiene precio. Mañana sigue la audiencia por la tragedia ocurrida en 2012.

María Rosa Urbina, madre de Diego, uno de los ocho obreros que murió en 2012 tras derrumbarse parte del edificio en construcción ubicado por calle San Martín de la capital provincial, dijo a la prensa que luchó siempre por llegar a un juicio y saber del porqué de la tragedia. Se mostró decepcionada por algunos familiares que aceptaron, en ciertos casos, un pago de indemnización.
En el Tribunal Oral Penal N°1 inició semanas atrás una audiencia de solicitud de probation o suspensión de juicio a prueba por el que se les imputa a Marcelo J. Mayer, Walter A. Bruquetas y Carlos Valenzuela por "Supuesto Estrago culposo agravado por poner en peligro de muerte a alguna persona y causar la muerte de alguna persona" por tragedia ocurrida en 2012, en un edificio en construcción ubicado por calle San Martín al 600. Rosa recordó a su hijo de 25 años de nombre Diego, por quien desde el primer momento de la tragedia plantó bandera por pedido de justicia. "Pasaron dos semanas y en la última audiencia nos enteramos que familias aceptaron el pago que ofreció Mayer. Siempre luché para estar juntos como familias hasta que empiece el juicio. Declararon cada uno y fundamentaron el porqué aceptaron la indemnización. Los otros ofrecimientos fueron de Bruquetas por el pago 43 mil pesos y del capataz Valenzuela que ofrece hacer tareas comunitarias como albañilería", dijo Rosa.

Ante periodistas de Radio Dos, la mujer se mostró en varias oportunidades a punto quebrar en llanto, pero su fortaleza fue tal que pudo seguir y responder inquietudes respecto al caso. "No entiendo cómo siendo capataz se ofrece a enseñar. Lo que hablamos con los abogados es cómo promete esa tarea si fue el responsable de lo que pasó en el derrumbe",dijo y agregó que "la lucha se desvanece. Aunque quede sola voy a seguir. Cada uno negoció y no avisó. Estoy molesta porque yo siempre les comuniqué cómo iba el tema todos estos años.
Respecto a la negociación que quieren los imputados con los familiares de los obreros fallecidos, Rosa fue tajante y expresó "no voy a aceptar el ofrecimiento. No me sirve la plata. Esa plata está manchada de sangre por los 8 obreros. La vida de las personas para nosotros no tiene precio", dijo la madre de Diego quien agregó "mi nieto ya tiene 13 años. Cuando el papá murió iba a cumplir 4. El sigue de cerca todo. Y entiende" .

"No sé qué puede pasar mañana (continuidad de la audiencia), que sea lo que Dios quiera. El tribunal quedará en la mira de la sociedad. Lo único que pido es que no quede en el olvido", enfatizó Rosa.
"Nos sentimos impotentes ante todo. Queremos justicia y saber por qué pasó esa tragedia", concluyó.