En algunas escuelas hubo mucha gente en el interior del establecimiento
El dato positivo fue que, hasta el cierre de la edición, no se habían detectado casos sospechosos de COVID-19. Fiscales generales destacaron la predisposición de la gente para llevar sus propias biromes. Los mayores de 60 años tuvieron preferencia para ingresar.

Las elecciones generales de este domingo fueron históricas por estar inmersas en un contexto en el que las medidas sanitarias para prevenir casos de coronavirus fueron protagonistas. Como nunca ocurrió antes, los barbijos y alcoholes en gel se volvieron herramientas de votantes y fiscales de mesa.
La pandemia cambió muchos aspectos de la vida humana y los comicios fueron un ejemplo de ello. Desde largas filas al ingreso de las escuelas para evitar amontonamientos hasta cuartos oscuros con las puertas y ventanas abiertas para la correcta ventilación del ambiente. En una recorrida que realizó diario época por escuelas del sector Sur de la ciudad, se evidenció un cumplimiento parcial de las medidas de bioseguridad y en algunos casos los interiores estaban desbordados de gente.

El director de Emergencias Médicas 107, Orlando Levatti, precisó que hasta horas de la tarde (cuando había votado el 40% del padrón electoral) no se habían detectado casos sospechosos de coronavirus. “Hubo situaciones en las que se asistió a mayores de edad por baja presión, pero ninguno requirió un traslado de urgencia”, acotó. Según comentaron fuentes dedicadas a los controles de salud, en caso de encontrarse con un sospechoso, este debía dirigirse a la bajada del puente Manuel Belgrano para someterse a un test PCR. También existía la posibilidad de ser derivados al Hospital de Campaña “Escuela Hogar” para recibir la misma prueba. “Otro aspecto a destacar es que si un positivo viene a votar, no se le puede negar el derecho, sólo se preparará un aula especial alejada de los demás votantes”, precisó una de las enfermeras que realizaba la toma de temperatura en la Escuela Técnica “Juana Manso”.
Artículos de uso común
Fiscales generales de la Escuela Nº139 “Ambrosio Acosta” comentaron que los documentos de identidad no eran en ningún momento tocados por los fiscales de mesas o presidentes. “La opción que se les dio es colocarlos en la mesa”, dijeron. Y al mismo tiempo destacaron: “Los presidentes de mesa desempeñan una tarea muy importante porque instruyen sobre todas las normas a los votantes”.
Por su parte, fiscalizadores de la Escuela Nº146 “Crucero General Belgrano” resaltaron que los electores traían sus propias biromes para firmar. De todas formas, si no contaba con una se les ofrecía un bolígrafo sanitizado. “Observamos que hay un acuerdo tácito de actitud responsable”, aseguró Delia Vallejos, una de las fiscalizadoras.

Sorbos limitados
Las ruedas de mates entre fiscales estuvieron prohibidas, pero sí se podía llevar equipos particulares para disfrutar de la infusión individualmente. Quienes tuvieron más vedada esta posibilidad fueron los fiscales de mesa. En tanto, los generales aprovecharon la posibilidad de llevar sus termos. “Algunos presidentes o fiscales que están en la mesa optaron por tomar la bebida escondida”, contaron desde la escuela Arturo Illia.
Quienes sí tenían prohibido llevar bebidas o alimentos eran los electores por protocolo establecido por la Junta Electoral de la Provincia.
Filas ordenadas, pero pasillos colapsados
Si hubo una constante que se repitió por todos los establecimientos fueron las filas ordenadas. No obstante, en los pasillos interiores hubo gente amontonada. “No podemos permitir más el ingreso de nadie, estamos colapsados”, expresó un miembro de la fuerza que ese encontraba en puerta de la Escuela Técnica Nº2 “Bernardino Rivadavia”.

Al lado de él, un hombre de más de 80 años se quejaba ante periodistas de este medio por la cantidad de personas que había adentro de la escuela.
Un dato a destacar, y que se repitió en todas los centros de votación, es que los mayores de 60 años tuvieron prioridad para acceder. Una decisión acertada, sobre todo si se tiene en cuenta que muchas filas debieron realizarse en los exteriores con temperaturas de más de 30ºC. “Se respetan todas las medidas sanitarias, a excepción de la distancia”, agregaron desde la Escuela Técnica Nº1 “Juana Manso”. En el lugar, un policía acotaba: “De protocolos, ni hablemos”.
La distancia entre fiscales no se cumplió y se podía verlos, según los mismos protagonistas, hacinados y sin distancia entre sillas. “Los delegados de la Junta Electoral no les dicen nada”, lamentaron desde la Escuela Illlia.

Por otra parte, en algunos establecimientos, como la Escuela Normal, se optó por dejar abiertas puertas y ventanas para una correcta ventilación de los espacios. No obstante, más que la regla fueron la excepción. Es que un cuarto oscuro con las puertas abiertas es poco común y afecta la privacidad al momento de elegir el candidato.
Una importante cantidad de centros de votación abrieron cerca de las 9 debido a que las medidas sanitarias (colocación de cintas en los pisos para marcar distancia) y el arribo tardío de los presidentes de mesa complicaron el cumplimiento del horario estipulado.
Postal del recuerdo
La fotografía exhibe uno de los pasillos del Hogar Escuela “Juan Domingo Perón” durante la última votación presidencial de 2019. Nadie se imaginaba en aquellos tiempos que se convertiría en un hospital para atender una pandemia.
El lugar era característico por ofrecer un sitio estrecho para la circulación y una sensación térmica siempre en ascenso en su interior.
Lejos de esa realidad, los pasillos en la actualidad concentran a médicos, enfermeros y pacientes con coronavirus.

Oveja fue a votar
Alba y su esposo se acercaron hasta las instalaciones de la escuela Nº12 “Almirante Brown” en el barrio Belgrano y lo hicieron en compañía de una mascota: Bebo, el cordero.
El animalito participó del evento cívico luciendo un arnés rojo y esperó en la fila a que llegara el turno de la pareja, informó LT7. Rápidamente, concentraron la atención de los electores que le tomaron fotografías y se acercaron para acariciarlo. Bebo y su familia ya fue observado varias veces paseando en la Costanera y en la zona de avenida Centenario y Laprida.
