Cepo a la exportación: el campo se reactivó pero continúa en alerta

La ganadería correntina, como en otras zonas del país, retomó hace un par de días la comercialización tras adherirse al cese de actividades dispuesto por la Mesa de Enlace del campo argentino en remo al cepo a las exportaciones de carne dispuesto por el Gobierno nacional. A partir de ahora se abrió un lapso de tensa vigilia, un impasse con incertidumbre. Serán 10 o 12 días en que se esperará la convocatoria al diálogo para intentar revertir la situación. El estado de alerta continúa y no descartan que, cumplido ese período, la medida de fuerza se duplique y sume a otros sectores productivos. Es probable que, de haber un nuevo cese de comercialización, se adhieran el sector de granos y de otras carnes, como la porcina. Sobre este complejo escenario, época consultó a dirigentes de las dos principales entidades ganaderas en la provincia: la Sociedad Rural local y la Asociación de Sociedades Rurales de Corrientes. En este sentido, Alejandro Callaba, presidente de la Asociación de Sociedades Rurales de Corrientes, recordó que "cuando dimos por finalizado el cese de la comercialización, 24 horas después comenzaron los remates televisados y retomó sus operaciones Liniers. Nuestra intención era darle holgura nuevamente al productor". En paralelo, "también este tiempo es para que tengamos un llamado al diálogo, porque hasta ahora no tuvimos comunicación, ni consulta para ver cómo se resuelve este problema. Y el camino, sin dudas, no es el cierre de las exportaciones", acentuó Callaba. En cuanto al debate sobre la presión de la exportación sobre los precios en el mercado local de la carne, la postura del campo es contundente: la venta al exterior no influye en los costos en el mercado doméstico. "Este es un problema de inflación", indicó Callaba. Y explicó: "Las consecuencias de esta medida aplicada hace más de una década, ya se lo advertimos, y ahora lo reiteramos y les recordamos el daño que causaron. Esto es, el cierre de frigoríficos, la pérdida de 12 mil puestos de trabajo, 10 millones de cabezas, etcétera. Al final, el precio de la carne siguió creciendo y la inflación aumentó un 300%".
Impacto Por su parte, Francisco Velar, expresidente de la Sociedad Rural de Corrientes y actual secretario de la entidad, se explayó en el golpe de la medida de cierre de exportaciones en la ganadería local. "El impacto en muy malo en el país y en Corrientes afecta sobre todo al pequeño productor. Porque hay que tener en cuenta que en la provincia, de las 26 mil unidades productivas registradas, casi 22 mil son pequeños productores que tienen menos de 300 cabezas. En su momento, ese productor se vio muy beneficiado por la demanda de la vaca descarte, de regular condición de estado y determinación, la cual era comercializada en el mercado chino", afirmó el ruralista. Es decir, ahora no tiene cómo exportar sus vacas al mercado chino en constante alza de demanda. "Es una carne que en el consumidor argentino no demanda y tenía un bajo precio, pero en el mercado chino el productor logra una importante rentabilidad", apuntó Velar. Por otra parte, se refirió al estancamiento de la ganadería argentina. "Está así desde hace años, pero y si se toman los registros desde los años 70, ha retrocedido y perdido muchas cabezas". En este marco, coincidió en las mejoras que se vienen dando en países de la región en comparación al estancamiento argentino. "Los países vecinos tienen una política que genera mayor confianza y previsibilidad, con lo cual logran incrementar sus rodeos. Argentina tiene una política que genera desconfianza", concluyó.
"Los productores no somos formadores de precios y no influimos en las decisiones"
Respecto de la discusión sobre la medida aplicada por el Gobierno nacional de frenar la exportación de carne, determinada para frenar las subas del precio del producto en las góndolas argentinas, el secretario de la Sociedad Rural de Corrientes, Francisco Velar, descartó de plano ese argumento. "Eso no es así, de ninguna manera. Y hay, inclusive, datos oficiales en ese sentido", afirmó.

Seguidamente explicó que "en primer lugar, los productores no somos formadores de precios, es un mercado totalmente atomizado, hay unas 230 mil unidades productivas en el país, 400 plantas frigoríficas, con lo cual el precio no surge por decisión del productor".
Salarios Asimismo, indicó que "está visto que el problema en Argentina no es que falte alimentos. El ciudadano argentino es el segundo de mayor ingesta de carnes, hablando de consumos totales en el mundo después de Estados Unidos. Y se consume 128 kilos anuales, si sumamos todas las carnes. Es decir, no falta carne. Lo que está faltando es mantener el poder adquisitivo del salario. El problema no es que falten productos, sino que el salario no alcanza para comprar productos", insistió el integrante de la SR local. Velar resaltó que "el productor no tiene injerencia en esa pérdida del poder adquisitivo, sino que ya depende del manejo de economía que hace el Gobierno nacional, de la emisión monetaria descontrolada, de la carga impositiva que tienen los productos de la canasta básica", acentuó el dirigente ruralista. "Todo eso son resortes que deben ser operados por el Gobierno. El productor no tiene ninguna posibilidad de intervenir en esos conceptos", concluyó el actual secretario de la Sociedad Rural de Corrientes en el diálogo con época.