La poesía sigue más viva que nunca

En estos tiempos en que una pandemia es una realidad que obligó a casi todos los habitantes del planeta a quedarse en casa, o a bien a resguardo para no ser parte de la cadena de contagios, casi todas las actividades humanas debieron suspenderse obligatoriamente, al menos las que no son esenciales para el abastecimiento. Frente a esta situación quisimos saber qué ocurre hoy con los escritores locales, más que nada con aquellos que tienen una presencia activa en la escena cultural correntina. A ellos acudimos para pedirles sus impresiones sobre el momento que estamos atravesando así como saber en qué ocupan las horas en sus hogares. Gracias a los soportes y formatos de comunicación con los que actualmente contamos, pudimos conversar con algunos de ellos y en mayor o menor medida todos acordaron que lo mejor era mantener la sensatez pero Mariana Rinessi fue quien sostuvo que su deseo era que la situación se mantenga bajo control y de forma razonable. Este contexto la encuentra pintando una serie de cuadros, su consejo es que aprovechen este tiempo para "conectarse y volver realidad ese poema que nunca escribieron, ese cuadro que nunca pintaron, esa canción que nunca compusieron. No es necesario tirarse de cabeza a las redes o al streaming, no es necesario huir". Y aunque se coincide en que el aislamiento nos da la posibilidad de estar con los seres queridos y compartir con ellos un tiempo que no se dispone comúnmente se queda con la pena de no hacer algo más que cumplir con "una gigantesca pequeña acción" de quedarse en casa, ante algo casi imposible de controlar. Rinessi es doctora en derecho y licenciada en letras, autora de dos poemarios. Otros como "Tony" Zalazar - docente, tallerista y editor de Ahazar Ediciones, entre otras funciones - ocupa su tiempo en armar nuevas ediciones y colabora con quienes difunden videos de lectura, desde su casa. En especial hoy se dedica a preparar una antología homenaje a Jorge Sánchez Aguilar, escribir su libro y en colaboración redactar un prólogo para un libro de Osvaldo Bossi y otro a pedido de "Leo" Maidana, un exalumno suyo. Estefanía Ceballos, coordinadora del Festival de Poesía y del ciclo Tenemos Visita, aseguró que para la poesía "este contexto es ideal". Ella como otros escritores se dedican con más énfasis a lo que antes no podían. En su caso no sólo está escribiendo sino sobre todo, corrigiendo, ordenando archivos y ocupándose de la "limpieza y desinfección" de otros lugares. En Instagram comparte todo lo que hace-comentó-, y ahora despliega su otra gran pasión: la fotografía. Constanza Pérez Ruiz nos habló de que alterna su tiempo entre escritura y trabajo. Actualmente se desempeña como jefe de prensa del Senado Provincial, cursa un posgrado en Escrituras Creativas y edita un libro. Al igual que Estefanía, piensa que es "un buen momento para trabajar en la propia obra". Contó que se enfoca en la poesía y describió algunos pasos de su quehacer particular. Lee a referentes de ese género como Octavio Paz, Tamara Kamenszain o Alicia Genovese, por nombrar algunos. Aunque también le interesa el ensayo o ciertos libros inclasificables como los de María Negroni, que le resultan inspiradores. Y no descartó que la pintura, la fotografía y la música constituyen siempre "buenos disparadores". Es así que por estos días disfruta de las imágenes que aparecen en lo que escribe. Luego "viene la corrección, que es un proceso arduo, en el que uno descubre que el poema puede abrirse, recortarse, mutar. A la resistencia inicial le sigue una búsqueda que a veces es tortuosa, pero que nos lleva hacia adentro, a entendernos y continuar escribiendo desde la evocación de un momento pasado, que fue el instante de la escritura de ese poema", explicó. "Uno lo mira desde el presente, por lo tanto hay que encontrar el clima y la clave para respetar lo que escribiste antes", respaldó cerrando su definición del proceso de escritura. Pájaro de Tinta, un taller de escritura incansable Si uno recorre las redes sociales puede ver que además de entretener o des/informar, los usuarios le han dado prioridad a otras funciones como la de mantener la cohesión a través del trabajo en grupo y en línea (entiéndase en simultáneo). Las reuniones presenciales en las que se comparten ideas, perspectivas u objetivos se trasladaron al mundo virtual. Y en el caso de los talleres literarios esa no fue excepción, por eso consultamos a Irene Pérez, integrante de Pájaro de Tinta. Una de esas actividades creativas fue publicada en Facebook y bien recibida por los internautas. Se trata de un poema grupal que se inició con una consigna en el grupo de WhatsApp del taller, cuyo resultado fue dado a conocer en la primera red. La técnica del "Cadáver Exquisito" llevó a la construcción de ese poema, "cada uno escribía un par de versos y los mandamos a una hora señalada, al mismo tiempo", explicó Irene. Otra de ellas -que se encuentra en plena realización- es la edición de videos de lectura con dos modalidades: uno de un texto propio y el otro de un texto o fragmento ajeno, a modo de recomendación. Pájaro de Tinta es un grupo literario que nació en Caá Catí en 1992, a la orilla de la Laguna Rincón, que hoy cuenta con participantes de entre 16 a 60 años. Su creación fue promovida por el escritor y profesor José Alberto Alarcón, acompañado por jóvenes escritores como Rodrigo Galarza y Fabián Brizuela. Desde su creación hasta la fecha se han ido sumando nuevas generaciones, sus actividades consisten principalmente en la realización de talleres de creación literaria y la edición intermitente de una revista que lleva el nombre del grupo. El mismo lleva publicado dos antologías, una editada en 2003 y otra en 2014.