La emergencia sanitaria despertó la solidaridad de muchos sectores
El país a lo largo de su historia debió pasar por varias crisis económicas, institucionales y hasta una guerra en 1982. En la mayoría de esos sucesos supo encontrar sectores que trabajan solidariamente para ayudar al prójimo. Ahora, ante el avance del coronavirus, miembros de distintas iglesias, organizaciones sociales y hasta particulares dedican horas de la cuarentena para entregar comida, barbijos y otros elementos de higiene. Los destinatarios de esas donaciones son policías, personal de la salud, empleados de supermercados y hasta periodistas.

- Lourdes Montania Schinini es abogada e integra el Centro Familiar Cristiano para las Naciones. En comunicación con época comentó que debido a la situación que atraviesa el mundo con el COVID-19, desde su comunidad religiosa resolvieron organizarse para brindar colaboración a las personas que deben trabajar obligatoriamente para resguardar la seguridad y la salud de la población. Por tal motivo, cerca de 100 personas trabajan diariamente para cocinar y elaborar barbijos. "Creemos que es momento de ayudar. Por eso decidimos organizarnos de la siguiente manera: todos los días a las 16, repartimos café al personal policial que se encuentra en la calle. Además por la noche entregamos bandejas de arroz con pollo y sándwiches de milanesa y gaseosa", afirmó la profesional del derecho. "Queremos agradecer a todos los hermanos que trabajan con nosotros, en especial a los pastores Miriam y Fernando Junco. Todos juntos en comunidad trabajamos y colaboramos con nuestros propios recursos para poder realizar esta obra de caridad", dijo Lourdes quien además recalcó que realizarán esta tarea hasta que dure la denominada cuarentena. Vale remarcar que en principio, el Ejecutivo Nacional decidió que fuera hasta el 31 de marzo, pero en las últimas horas trascendió que el presidente Alberto Fernández anunciaría hoy la extensión de la medida que busca evitar la propagación del coronavirus en Argentina. Por último, Montania Schinini informó que el Centro Familiar Cristiano para las Naciones funciona hace tres años y tiene su sede en la calle Necochea 4765 del capitalino barrio Güemes. "En cumplimiento con las normas estamos realizando misas vía online. Además, en el reparto de comida le dejamos un mensaje espiritual a las personas que están trabajando en esta emergencia sanitaria", concluyó la mujer.

Ayuda solitaria Cristina es una cuentapropista que se dedica a la elaboración y venta de muñecos. Pese a la difícil situación económica que le toca vivir, por no poder comercializar sus productos en estos días decidió fabricar barbijos y salir a las calles de la ciudad de Corrientes para hacer entrega a las personas que necesitan. "Yo sé lo que es la necesidad. Desde muy pequeña trabajo y pese a que ahora no puedo vender en la vía pública, decidí elaborar barbijos para luego entregar a personal de la salud, policías, empleados de supermercados y todos aquellos que necesitan", enfatizó. "Por suerte cuento con las herramientas necesarias para confeccionarlos. En lo que hace a material, todavía tengo pero si la cuarentena se prolonga deberé pedir ayuda para conseguir tela y elástico", dijo la mujer en comunicación con época. "Contaba con un puesto de chipa en Junín y Córdoba. La crisis económica y la apertura de muchos locales de "chipá al paso" en la peatonal me obligaron a mutar de rubro. Es por eso que hago muñecos tejidos y por suerte tuve buena repercusión, aunque la gente me conoce por los años que tengo en el puesto denominado ‘Chipa a Full a Full’", recordó Cristina.

Trabajadores silenciosos Personal de mantenimiento de los distintos hospitales, comisarías y cajeros automáticos cumplen un rol fundamental por estos días. Son los encargados de mantener la higiene de centros asistenciales y lugares de concentración de personas. Ayer, época mantuvo contacto con una persona que pertenece a una empresa privada. Si bien quiso preservar su identidad, no tuvo problemas en acceder a las consultas y fotografías. "Estamos en el grupo de exceptuados y, si bien sabemos que corremos riesgos de contagio, tomamos todos los recaudos necesarios", dijo el joven a este matutino. "A su vez sabemos que estamos colaborando con el personal de la salud, la Policía y la gente que viene a los cajeros automáticos. Más allá de que estemos en cuarentena, noté que mucha gente está desesperada porque ya no cuenta con dinero necesario para los alimentos. Esto a mí me sensibiliza y pienso que debo estar acá también para ayudar con la limpieza de los cajeros automáticos", sentenció el trabajador.