Fiat 800 Spider, el único descapotable argentino
En los años 60, la industria automotriz nacional atravesó su período de mayor esplendor en materia de diversificación de modelos y alternativas, con variantes que incluyeron el que hasta hoy sigue siendo el único vehículo convertible producido en el país. Se trata del Fiat 800 Spider, una rara avis que no encuentra parangón en Italia, donde esta versión solamente se produjo a modo de ‘concept car‘ en los talleres particulares del carrocero Alfredo Vignale. La filial local de la marca en ese momento, Fiat Concorde, decidió apostar a la veta deportiva de su tradición italiana y "trajo" desde el Viejo Mundo dos modelos que iban a enriquecer su catálogo hasta lograr una diferenciación notable. Fiat se convertiría en el primer fabricante establecido en Argentina en producir un coupé y un cabriolet, ambos correspondientes a la lista de propuestas que Vignale elevó a la casa matriz italiana para ser parte de sus proyectos a gran escala.


Podría hacerse una excepción con la versión convertible del Torino conocida como "Twile", pero no era un auto salido como tal de la línea de montaje de IKA-Renault, sino una modificación artesanal realizada fuera de fábrica por la concesionaria de Juan Winograd, innovador de aquellos años cuyos productos son muy codiciados como especímenes de colección. Pero de serie y producido oficialmente por una terminal oficial, el 800 Spider sigue siendo el único automóvil convertible de la historia automotriz argentina. Su producción se inició en 1966 y se extendió hasta 1970, período durante el cual se produjeron unas 1.200 unidades. Se trata de un volumen muy pequeño, incluso para el mercado argentino de aquel tiempo, con alrededor de 240 automóviles por año, en promedio. Esa condición de escaso lo convirtió con el paso del tiempo en un apetecible clásico, motivo por el cual las unidades que sobreviven se encuentran en manos de cuidadosos usuarios que las han sometido a restauración o, por lo menos, tienen proyectado recuperarlos. El Fiat 800 Spider fue una evolución del primer modelo presentado en el país en 1966. En los primeros tiempos de fabricación, la versión de techo duro se denominó 770 y solamente se diferenciaba del 800 que lo reemplazaría al poco tiempo por sus ornamentos menos llamativos y un tablero de instrumentos que era la copia fiel del que equipaba al más espartano Fiat 600, con un velocímetro horizontal que aunaba en la misma capilla los testigos luminosos de presión de aceite, batería y luz de giro.

Sólo meses después apareció el 800, con el mismo motor de 797 centímetros cúbicos que también montaba el Fiat 600, pero con mayor potencia gracias a una mejor relación de compresión que le permitía alcanzar los 40 caballos. Otra gran diferencia estaba en los acabados, con nuevo instrumental de indicadores redondos (cuatro en total) con un símbolo de distinción único en aquellos años: venía con cuentavueltas. El conjunto impulsor y caja de cambios, como en el "Fitito", iba montado en la zona posterior y transmitía la tracción a las ruedas traseras por medio de semiejes, con cuatro marchas, palanca al piso y una habitabilidad apropiada para un vehículo de dimensio

nes muy contenidas. Cuando Fiat Concord comenzó a producir el 800, se estrenó la novedad del Spider. Esa denominación se aplica para todos los convertibles cuyos techos escamoteables se encuentren montados sobre una estructura de varillas articuladas que, al ser despojadas de la capota de lona, se asemejan a una araña gigante (de allí el nombre Spider en inglés). Se notaba el esmero del fabricante en priorizar la calidad de terminación, con

insignias y detalles por doquier, incluidos los anagramas cuadriculados en cromado que coronaban el escudo heráldico de Vignale (el diseñador del auto), ubicados justo por delante de los pasarruedas traseros. El Fiat 800 Spider no se destacaba por ser veloz, ya que apena superaba los 110 kilómetros por hora con el pedal derecho a fondo, pero fue y sigue siendo objeto de deseo de numerosos aficionados. Pocos autos producidos en el país venían con tantos detalles de ornamentación y podría decirse que, hasta el día de hoy, el Spider argentino es símbolo de uno de los períodos más sobresalientes de la industria argentina.
El prestigio de Vignale
Alfredo Vignale fue un diseñador de automóviles que nació en 1913, en la comuna de Grugliasco, en las afueras de de Turín. Desde muy joven se formó y trabajó en Stabilimenti Farina, nada menos que como discípulo de Battista ‘Pinin‘ Farina (quien después fusionaría su apodo con su apellido para crear la marca Pininfarina). En un momento, su crecimiento profesional fue tan notorio que en 1948 Alfredo se estableció por su cuenta con su propia empresa: Carrozzeria Alfredo Vignale. Sus primeros trabajos fueron sobre modelos de Fiat, empezando por un 500 Topolino y luego con un 1100. Pero a los pocos años, fue solicitado por las marcas más prestigiosas de Italia, con lo cual terminó firmando carrocerías para Alfa Romeo, Ferrari, Cisitalia, Maserati y Lancia. En los 60s Vignale llegó a fabricar sus propios autos con modelos destacados como los Vignale 125/Samantha, Vignale 1500 y Vignale 85.

- En Argentina, se produjeron tres modelos de Vignale, en los años 60: el Fiat 1500 coupé, la berlina de dos puertas Fiat 800 y el convertible 800 Spider. A su fallecimiento, acaecido en 1969, la marca Alfredo Vignale fue adquirida por Alejandro De Tomaso, el constructor argentino que produjo el famoso Pantera y dueño del estudio de diseño Ghia, que a su vez trabajaba en asociación con Ford. Con el correr de los años, la marca norteamericana se quedó con Ghia y hasta el presente utiliza el apellido del recordado carrocero italiano para designar modelos exclusivos. Como ocurrió con el recientemente lanzado Mondeo híbrido, denominado oficialmente "Vignale".